Música e Interculturalidad. Cada uno, una nota
La propuesta de trabajo de esta nueva sesión de sonoteca es un cuento musicado. Partiendo del concepto de que la interculturalidad es fuente de enriquecimiento y conocimiento para todos, el cuento «Partitulandia» propone que «cada uno es una nota», es decir cada uno de nosotros somos tenemos un sitio y somos importantes a la hora de interpretar la partitura de la vida. En clase será «un alumno una nota». Esa diversidad a veces temida por desconocimiento o falta de recursos en el aula, puede ser llevada acabo de forma provechosa, enriqueciendo ese espacio común con la aportación e implicación de todos.
El buen compositor/a sabrá pues sacar partido de todas las notas a su alcance… como el buen maestro/a conseguirá conjugar todo lo que sus alumnos puedan aportar.
La actividad del aula requiere que todo el mundo participe, se sienta cómodo y útil. La participación en una actividad creativa en grupo, consiguiendo fines estéticos y divertidos es una buena forma de fomentar la interculturalidad entre nuestros alumnos.
La sesión se comenzará con la escucha activa del cuento Partitulandia. Cada alumn@ dispondrá de un folio y un lápiz e irá anotando los términos musicales que aparecen en la partitura. Los más pequeños no realizarán esta parte de la actividad sino que el profesor/a les facilitará los conceptos musicales que quiere resaltar.
PARTITULANDIA
Érase una vez un país llamado Partitulandia donde pocos viajeros hacían escala. Aquí se hablaba una única lengua llamada sol y eran todos tan parecidos que andaban al mismo paso, rapidito, como si tuvieran prisa, al ritmo de una corchea.
Un día un joven viajero que retornaba a su patria tras largos viajes por todo el mundo, se dio cuenta que la gente de Partitulandia era muy monótona, y muy aburrida .¿Qué podía hacer nuestro joven viajero?. Decidió coger sus ahorros y comprar unas eras grandes del pueblo a las que llamó Pentagrama. Como tenían excelentes vistas y agradable clima cedió un espacio a los habitantes de Partitulandia y ya que había hecho grandes amigos por todo el mundo les invitó a conocer su nuevo hogar. Muchos acudieron y allí se fueron acomodando donde más les gustaba o simplemente en los espacios vacíos que encontraban.
Como es de esperar al entrar en pentagrama todos se convertían en notas musicales, pues el joven había escondido debajo una flauta mágica que todas pisaban sin saberlo. Al principio no había quien entendiera aquello, las agrupaciones que habían formado producían ciertas disonancias. Pero de repente sus orejas que parecían las ruedas de un cuatro por cuatro se convirtieron en dulces oídos, sus dientes se mostraron en forma de sonrisa y sus bocas parecían una armónica. Los que habían traído palas de trabajo en sus manos parecían tener una batuta danzarina. Al cabo de un rato en Pentagrama había armonía. Aquí todos y todas eran útiles y necesarios. Había cabida para todas clases de notas: si, mi, sol, etc y lo más divertido es que cada una andaba a su ritmo, así había notas bastante tranquilas, como las redondas, otras eran blancas y las negras llevaban el paso principal ¡y que alegría aportaban las corcheas ¡¡Ahh! no olvidemos a los silencios, ellos también tenían mucho que decir aquí. Se pusieron a jugar entre todos integrándose en diferentes acordes, melodías, timbres etc. Todos respetan a todos y el trabajo en grupo era tan fundamental que hasta las apoyaturas trabajaron intensamente. Las pequeñas fusas y semifusas tan confusas las pobres lo enriquecieron todo con tímida intervención cuando se les dio el paso. Cada compás estaba completo con la interacción mutua de sus integrantes .Cada nota brillaba por su color pero a la vez tenía algo en su profunda raíz que semejaba unidad.
Desde entonces en Partitulandia, en ese precioso pueblo llamado Pentagrama no deja de escucharse música ni de día ni de noche.
ACTIVIDADES
1.- Cada niño/a lee las palabras que ha apuntado mientras escuchaba el cuento, relacionadas con la música. Se levanta la mano y a la indicación del maestro/a se pone en pié para escribirla en la pizarra. Si falta alguna se vuelve a leer el cuento y se escriben las restantes. Se aprovechará para profundizar en los conceptos musicales siguientes: notas musicales (do, re, mi, fa, sol, la si), situación de las mismas en un pentagrama, entonación, duración de las notas (redonda, blanca, negra, corchea y semicorchea), etc.
2.- Los alumnos comienzan a andar por la clase entonando la nota sol al ritmo de corchea que el profesor/a puede palmear, marcar con el metrónomo o con las claves etc. Primero se moverán todos hacia un lado y luego al otro al son del compás. Se tratará de ocupar todo el espacio del que dispongamos. Se observa que la ejecución musical con una sola nota resulta aburrida y poco rica e matices.
3.- Se analiza la partitura y se entona.
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4.- Realizaremos sencillos juegos melódicos de imitación profes@r-alumn@. La primera estructura que es retendrá es: Sol-mi-la-sol y después la segunda parte de la partitura do-do-do-do-sol-do-do-sol-sol-mi. Una vez interiorizada la melodía los alumnos están preparados para aprender la letra que se encuentra en dos idiomas: zulu y castellano.
5.- La canción se cantará al unísono entre todos los alumn@s. También cada alumn@ o grupo de alumn@s puede ahora ser una nota diferente (do, mi, sol..), cuando les toque cantar pueden levantarse en su turno y volver a sentarse.
6.- También pueden incorporarse instrumentos de pequeña percusión.
Otra propuesta que os hacemos es la siguiente: proponer a los alumnos/as que recojan información de sus padres, tíos o abuelos, sobre fiestas, danzas y canciones de su pueblo. Esta actividad debe prepararse con antelación para conseguir una puesta en común dirigida.
* ¿Cuál es la fiesta del año que más te gusta?
* ¿Por qué?
* ¿Qué canciones se cantan ese día?
* ¿Hay algún baile que lo caracteriza?
* ¿Intervienen los niños en esa fiesta? ¿Y los mayores?
* ¿Se adornan de una forma especial ese día las casas, las calles?
* ¿Se come algo distinto a los demás días? ¿Quién lo prepara? ¿Se vende en los mercadillos o ferias por la calle?
* Etc.
Recordemos que el conocimiento de la cultura propia y de la ajena, es una vía de acercamiento intercultural. Así mismo el respeto a las manifestaciones artísticas diversas y la vivencia conjunta de expresiones musicales son un vehículo de acercamiento entre los alumn@s, de conocimiento interpersonal, de creatividad y de diversión.