Estrategias educativas para la interculturalidad
Por Ángel Luis Montilla Martos*
La integración en el aula de alumnado de diversos contextos culturales, sociales y nacionales es ya una realidad en muchos centros. En esta ocasión os presentamos la experiencia de un IES de Málaga contada por Ángel, su Jefe de Estudios. Si tu centro está teniendo una buen experiencia intercultural díselo a todo el mundo a través de «aulaintercultural».
1.- Características del centro
El I.E.S. Ibn al-Baytar es un centro público dependiente de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, que cuenta en la actualidad con aproximadamente 650 alumnos y alumnas y 50 profesores y profesoras. Se encuentra ubicado en una zona de gran movilidad de población como es la Costa del Sol, concretamente en el municipio de Benalmádena (Málaga). Como se observa en los porcentajes de alumnado extranjero desde el curso 1994-1995, el fenómeno de la inmigración ha evolucionado de manera acelerada en los últimos tiempos:
Si bien es cierto que algunos de estos alumnos pertenecen a familias mixtas (padre o madre españoles) y que gozan de la doble nacionalidad, los resultados no dejan de ofrecer un panorama de alto interés intercultural, por encima de la media nacional que, según datos del MEC es de un 1,4 %. La procedencia de estos alumnos es muy variada y no resulta difícil encontrar un grupo de E.S.O. en el que convivan alumnos o alumnas filipinos y kuwaitíes, ingleses junto a kurdos, argentinos o sirios… A todo esto hay que añadir que en algunos casos la definición de la procedencia es especialmente complicada. Tenemos alumnos kuwaitíes con nacionalidad iraquí, un alumno armenio con nacionalidad sueca y otros dos nacidos en el Kurdistán iraquí, con pasaporte noruego. Igualmente diverso es el origen socioeconómico y cultural de las familias. Las hay acomodadas (médicos, arquitectos…), de clase media (sobre todo del sector servicios) y baja (sin empleo conocido, refugiados políticos, exiliados económicos de Argentina…)
Desde la Jefatura de Estudios, que es el órgano unipersonal encargado de los problemas de convivencia, hemos de decir que en ningún momento se han detectado conflictos de carácter xenófobo. Antes bien, la permeabilidad entre las distintas razas, nacionalidades y creencias religiosas es mucho más que aceptable. Las agrupaciones por origen se producen temporalmente tan sólo sobre todo a la llegada de los alumnos y alumnas, pero más tarde la integración se produce de manera natural. Quizá sea reseñable el caso de los alumnos y alumnas ingleses, que cuentan con el apoyo de una colonia muy establecida en la zona y que se muestran más reacios al aprendizaje de la lengua española, aunque no a la convivencia con el resto del alumnado.
Como muestra de los que venimos diciendo podemos destacar el hecho de que los alumnos y alumnas que han salido recientemente elegidos para formar parte del Consejo Escolar (Diciembre de 2002) son de orígenes tan dispares como Marruecos, Finlandia o Armenia.
2.- Actividades interculturales
Partiendo de este panorama, es fácil entender que las actividades interculturales organizadas hayan tenido una magnífica acogida por parte del alumnado.
El curso 1999-2000, nuestro centro acogió la exposición «Las dos orillas», organizada por la ONG Médicos sin Fronteras. Aprovechando la ocasión, el Departamento de Ciencias Sociales levantó en el escenario del Salón de Actos un jaima, en cuyo interior se instalaron objetos y vestidos de Marruecos, aportados por los alumnos y alumnas.
Durante la Semana Cultural del curso 2001-2002 la Vicedirección del centro, en colaboración con profesores y profesoras de varios departamentos, organizó una «Feria de los pueblos». En una reunión previa, se invitó a todos los alumnos y alumnas de origen extranjero a que trajeran objetos para una exposición. Además se confeccionó un mural con textos de leyendas de diferentes países. Durante una semana se pudieron contemplar en el Salón de Actos trajes típicos de Filipinas o Marruecos, utensilios de cocina para elaborar el mate argentino o el té marroquí, fotografías de paisajes ingleses, rusos o polacos, libros y discos compactos de Rusia, Polonia o Finlandia, etc. En colaboración con el Ayuntamiento de Benalmádena y la ONG «Málaga Acoge» hemos organizado durante tres cursos consecutivos (1999-2002) unas Jornadas Interculturales dirigidas a alumnos y alumnas de 4º de E.S.O. La actividad consiste en una visita rotatoria a cuatro aulas en las que voluntarios y voluntarias de cuatro culturas (Los Andes, Marruecos, Armenia y países subsaharianos) explican su arte, costumbres y gastronomía. El grado de participación e interés de nuestros alumnos y alumnas fue muy alto y disfrutaron con los dulces armenios, la artesanía subsahariana y el cuscus marroquí.
3.- Problemas lingüísticos
A pesar de las estadísticas que hemos ofrecido más arriba, muchos de los alumnos y alumnas extranjeros o de origen extranjero conocían el castellano, ya que su llegada al España se produjo en la infancia y lo aprendieron durante su etapa de Educación Primaria.
A raíz del incremento de alumnos extranjeros en los últimos cuatro años (8%, 10%, 13%, 17%), la posibilidad de encontrar casos de desconocimiento de la lengua española fueron creciendo. En el curso 1995 tuvimos el caso de un alumno alemán que, además de su problema lingüístico, presentaba síntomas de autismo. Dos cursos más tarde contamos con un alumno chino que abandonó el centro durante el segundo trimestre. Este alumno recibió apoyo por parte del Jefe de Estudios en la enseñanza de E.L.E. (Español con Lengua Extranjera).
Pero ha sido en el presente curso 2002-2003 cuando se ha abordado el problema de E.L.E. de manera más sistemática y organizada. La Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía ofrece su Servicio de Ordenación Educativa para tratar alumnos que por una u otra razón (físicas o psíquicas) necesiten el establecimiento de adaptaciones curriculares significativas y, en su caso, profesorado especializado. Nuestro centro cuenta con una profesora dedicada al alumnado con Necesidades Educativas Especiales, que son básicamente alumnos y alumnas con retraso mental leve o moderado. El E.L.E ha sido un tema de menor importancia hasta hace pocos años. A pesar de los esfuerzos realizados por el Servicio de Ordenación Educativa, con tan sólo once alumnos y alumnas, las posibilidades de conseguir la asignación de un profesor para impartir E.L.E. eran escasas. Así pues, decidimos aprovechar una posibilidad que nos ofrece la L.O.G.S.E. y tras consultar con el Departamento de Lengua Española y Literatura, el Equipo Directivo decidió matricular a los alumnos y alumnas extranjeros en la asignatura de Refuerzo de Lengua, contemplada en el Diseño Curricular de la Educación Secundaria Obligatoria. Esta asignatura esta pensada como un complemento de las clases de Lengua Española y Literatura, sobre todo en sus aspectos procedimentales, en concreto la ampliación de la competencia lectoescritora de alumnos y alumnas con deficiencias de aprendizaje.
El grupo está compuesto por 11 alumnos y alumnas de distintas nacionalidades (dos marroquíes, un armenio, una rusa, dos ingleses y cinco inglesas) y diferentes niveles (tres de nivel intermedio, tres de nivel inicial y cinco de nivel umbral). Además, hay tres alumnos de nivel intermedio en dos grupos de Bachillerato de Ciencias Sociales a los el profesor de Lengua Española y Literatura les entrega material. En la actualidad el curso se desarrolla con normalidad y tras la evaluación de los resultados obtenidos durante el primer trimestre, hemos llegado a establecer tres dificultades esenciales en el proceso: la escasez de tiempo (tres horas semanales), la falta de interés de algunos alumnos de origen inglés y la dificultad de la mezcla de niveles.
A pesar de todo ello, la integración de estos alumnos y alumnas en sus grupos es total y el avance en el nivel de comprensión y expresión oral es considerable en casi todos los casos, llegándose al éxito de que un alumno haya superado más del 75% de las materias impartidas en lengua española.
Otra experiencia muy interesante desde el punto de vista intercultural, fue interesar al alumnado español por la lengua árabe, aprovechando mis conocimientos de esa lengua. Algunos alumnos y alumnas de Bachillerato se sintieron muy interesados en aprender su peculiar sistema de escritura, cosa que hicimos durante seis o siete recreos del curso 2001-2002. Casualmente usamos un aula que a continuación era ocupada por alumnos de E.S.O., entre los cuales había un chico marroquí. Este alumno se sorprendió al ver la pizarra con grafías del alifato y me preguntó si él podía aprender también a escribir, ya que, aunque en su casa la lengua habitual era el árabe, él no sabía escribirla. Una vez terminadas las sesiones con los alumnos de Bachillerato, este alumno se puso en contacto con otro, de origen sirio y que estaba en las mismas circunstancias. Ambos encontraron a un tercero. Enseñar a este grupo a escribir en su lengua materna resultó especialmente gratificante.
Esta experiencia cierra el círculo de estrategias que hemos llevado a cabo hasta el momento en nuestro centro. Somos conscientes de que nuestra labor de educación intercultural no consiste tan sólo en facilitar la adquisición de las costumbres y lenguas que encuentran las personas que vienen a nuestro país, sino que debemos ayudarles a no olvidar sus orígenes a los que, algún día, quizá, deseen regresar.
*Autor: Ángel Luis Montilla Martos Jefe de Estudios y profesor de Lengua Española y Literatura del I.E.S. «Ibn al-Baytar», Benalmádena (Málaga)