Mexico: la población indígena marginada y sin escuelas
Por Luz Adriana Santacruz Carrillo
La educación es la mejor inversión de una nación aseguran gobernantes y políticos de México, donde hay gran cantidad de escuelas públicas y privadas; pero deficientes las dedicadas a la población indígena, cuyos derechos y cultura están protegidos por la Constitución.
Ni pan ni letras
La mayor parte de los pueblos indios figuran en el mapa de la pobreza extrema de México, en el cual la educación es una asignatura pendiente, ya que -de acuerdo con cifras oficiales- de una población de más de 6 millones de personas 66.22 por ciento es analfabeta.
Se trata de un asunto en el que confluyen distintos problemas. «No es que no haya puertas abiertas para la educación indígena. Esta es una situación que tiene que ver con ellos mismos. Porque no les interesa entrar en la sociedad civil», dijo Adolfo Tres Palacios, vocero de la organización de Asentamientos Indígenas en México. A ellos, agregó, «les gusta vivir apartados, en su comunidad y por eso no les interesa estudiar».
Laura Santini Villar del Centro de Educación Intercultural Bilingüe reconoció que ha habido errores en la política educativa indígena, pues «no se ha universalizado y se ha dejado de atender a la educación indígena. Los indígenas están muy segregados».
Especialistas afirman que la discriminación en la educación indígena no existe, pero admiten que hay diferencias culturales que afectan la convivencia en los centros de enseñanza.
«Los indígenas tienen sus tradiciones, sus formas de vida y sus costumbres religiosas. Sus necesidades son diferentes a las nuestras y no podemos cambiarlos. Es difícil que emigren de sus comunidades», dijo Tres Palacios.
La creación de escuelas interculturales forma parte de los planes del Centro de Educación Intercultural Bilingüe, esas aulas se ubicarían en zonas indígenas en donde participe plenamente la población.
Comunidad del saber
Santini Villar cree que «sí se puede convivir» y argumenta que «las culturas indígenas tienen un valor propio y que mejor que la igualdad» para que la educación prospere. «La segregación es una política errónea, no se trata de diferenciar a nadie», sostuvo.
Pero «la forma en cómo ellos ven la vida es distinta. No es sencillo traerlos a las ciudades para que estudien. La idea no se las vendes así, hay un gran poder de convencimiento por detrás y muchas veces ni siquiera los puedes convencer», argumentó Tres Palacios.
Las costumbres de los pueblos son un factor que afecta, como la idea de que la mujer se queda en la casa atendiendo las labores domésticas y el hombre es el que sale a trabajar.
El perfil del estudiantado. indígena revela que la mayoría de los estudiantes son hombres, de ellos va a la escuela un 85 por ciento, mientras de las mujeres lo hace un 80 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
La miseria y la pobreza en que viven también les impide preocuparse por los estudios. «Debería de haber más programas de apoyo en que les brinden alimentos y becas», argumentó Tres Palacios.
El idioma, otro inconveniente porque «en los centros que hay se trata de dar una educación bilingüe. No es nada fácil pero es una de las cuestiones que más separan a los indígenas de la escuela, que no entienden el español», comentó.
Los indígenas no quieren que sus hijos pierdan su lengua natal, por eso no los mandan a las escuelas. Creen que asistir a una institución educativa los va a obligar a hablar español y poco a poco se olvidarán de sus raíces lingüísticas.
A pesar de las todo, Santini no pierde las esperanzas: «Poco a poco iremos estableciendo un diálogo entre culturas. Es la mejor estrategia para no segregar a los indígenas e integrarlos a la educación y a un mejor nivel de vida».
Fuente: Univisión – Mexico