Educación para la multiculturalidad
Por Enzo Pistacchio S.
*Secretario Ejecutivo Programa Orígenes
Chile empieza a responder a su deuda con los pueblos originarios. Con un presupuesto sobre 5 mil 200 millones de pesos, miles de alumnos de ascendencia indígena podrán continuar sus estudios.
En un país donde, según cifras del Censo 2002, 70% de los indígenas son menores de 39 años y tienen un promedio de escolaridad de 8,5 años, la educación surge como la herramienta capaz de construir las bases de la multiculturalidad. En el marco de la conmemoración del Día Nacional de los Pueblos Indígenas, el Presidente Ricardo Lagos anunció la entrega de 33 mil 645 becas para niños y jóvenes de las comunidades originarias. Es una buena noticia para una sociedad que avanza para mantener vivo el espacio de desarrollo de las culturas ancestrales.
Chile empieza a responder a la deuda histórica con los pueblos originarios. La política educacional no es ni asimilar ni excluir. Tampoco, que los mismos indígenas recurran a los estudios como una alternativa de escape. Por décadas -sobre todo en las ciudades- ellos pensaron que la instrucción formal era la mejor estrategia de respetabilidad. Tras 15 años de Gobierno democrático, y de la mano de leyes coherentes con el nuevo trato, el Estado ha concebido un programa de educación intercultural que responde a las aspiraciones de las etnias para que la enseñanza de su idioma y el castellano permita el desenvolvimiento adecuado de sus hijos.
Frente a este nuevo escenario, poner atajo a la deserción, muy alta entre los mapuches, es otra de las preocupaciones del Gobierno. Si entre la educación básica y media, 30% abandona la escuela, la beca indígena surge como un aporte económico que estudiantes de escasos recursos y buen rendimiento académico reciben para acabar su educación. Del total que el gobierno entregará este año mediante la Junaeb, 18 mil 258 becas están destinadas a enseñanza básica, 11 mil 133 a enseñanza media y 4 mil 254 becas a la superior. Con un presupuesto que supera los 5 mil 200 millones de pesos, miles de alumnos de ascendencia indígena podrán continuar sus estudios y acceder universidades e institutos.
Las cosas están cambiando. Este año, alrededor de 180 alumnos ingresaron al primer Liceo Mixto pehuenche de Alto Biobío. El plantel politécnico, con una inversión de cerca de mil 200 millones de pesos en laboratorio de idioma, internado, patio ceremonial y otras características espaciales propias de su cultura, permite que jóvenes de comunidades vecinas no abandonen su tierra para seguir estudios secundarios. La ley indígena ha demostrado ser un paso más hacia el reconocimiento de la diversidad cultural. Con aciertos o desaciertos, la nueva normativa es un avance, pues abrió una senda de restauración de derechos ancestrales fundamentales. Es así como desde 1996, el Ministerio de Educación y la Conadi vienen integrando la interculturalidad y el bilingüismo al quehacer pedagógico en áreas de alta densidad de población indígena. Como propuesta educativa, la Educación Intercultural Bilingüe (EIB) asume la peculiaridad de los casi 195 mil niños y adolescentes indígenas en edad escolar en Chile como un recurso aprovechable y valorable para la instrucción. La EIB es sinónimo de enseñanza contextualizada y útil, que tiende a la formación integral y democrática de la persona.
En 2001 y a partir de un convenio de préstamo con el BID, el Estado chileno compromete la ejecución de un plan de desarrollo con identidad de las comunidades indígenas. Desde entonces, el Programa Orígenes gestiona y colabora en proyectos educativos con pertinencia cultural en 44 comunas del país. En tres años, 65 mil niños de las 162 escuelas rurales focalizadas por la institución en las regiones I, II, VIII, IX y X, se han beneficiado con asistencia técnica y equipamiento de videos, computadores, instrumentos musicales, conexión satelital, programas televisivos y edición de 100 mil textos de estudio. Guiado por una fuerte carácter innovador, Orígenes ha promovido la contratación de asesores culturales: sabios de la comunidad, conocedores de las costumbres y tradiciones de cada pueblo. Un hecho inédito encarnado en la figura de Fabio Sosa, asesor de 78 años y uno de los cultores medicinales más respetados entre los atacameños de la II Región. De sus padres, él aprendió los cantos de agradecimiento a la Pachamama y muchos de los secretos que ahora comparte con los pequeños de la Escuela Básica G-29 de Talabre, a quienes enseña la importancia de la realización de los pagos a la Pachamama, los floreamientos, el tejido, las siembras y otros.
En una década, el Programa de Educación Intercultural Bilingüe se materializó en bibliotecas, capacitación a profesores, becas escolares y universitarias, diccionarios en lenguas rapa nui, kawésqar, yagán, aymara, quechua y mapudungún. Sólo entre 1999 y 2003, el país invirtió en EIB 2 mil 500 millones de pesos. Sin embargo, si queremos hacer Chile un territorio abierto a la diversidad, la educación aún tiene mucho tramo. Ya es tiempo de comprender que los pueblos indígenas son pieza clave para avanzar hacia el desarrollo y construir un país multicultural.
Fuente: La Nación/Chile – Lista Interculturalidad