La importancia del francés en la escuela
Por Olivia Vanesa García Rojas
*Profesora de Francés y Pedagoga
El objetivo principal de la educación es transmitir unos valores básicos para la vida en sociedad : el respeto, los derechos y libertades fundamentales, la tolerancia, la solidaridad que forman al futuro ciudadano… etc. En el presente artículo, su autora defiende y muestra que aprender una lengua extranjera es empezar el viaje enriquecedor hacia otras culturas y hacia los otros, ya que aprender un nuevo idioma es entrar en una aventura en la que la lengua es el medio que abre todas las puertas de la comunicación.
El objetivo principal de la educación es transmitir unos valores básicos para la vida en sociedad : el respeto, los derechos y libertades fundamentales, la tolerancia, la solidaridad que forman al futuro ciudadano… etc. Aprender una lengua extranjera (L.E.) es empezar el viaje enriquecedor hacia otras culturas y hacia los otros, ya que aprender un nuevo idioma es entrar en una aventura en la que la lengua es el medio que abre todas las puertas de la comunicación.
Acceder a otras culturas y costumbres favorece el respeto a otros países y por tanto a sus habitantes. Así pues, la enseñanza de las lenguas extranjeras (L.E.) en la escuela es un elemento clave en la construcción de la identidad del alumno para que se forme como ciudadano europeo.
Mi propósito aquí es mostrar la importancia que suscita la enseñanza de una segunda lengua extranjera en Educación Primaria, no sólo para el conocimiento de otras culturas sino para un mayor y mejor entendimiento de la nuestra propia.
Además la evolución de la sociedad y de los medios de comunicación en las últimas décadas ha dado lugar a que vivamos en una aldea universal, fomentando y motivando, de este modo, el aprendizaje de los idiomas. Por ello resulta interesante destacar que, después de haber introducido la L. E. Inglés en las etapas de Educación Infantil y Primaria, se hace necesario el hecho de seguir avanzando en esa misma línea, ampliándola con el aprendizaje de un segundo idioma, en este caso el francés.
Una de las razones que apoya a dicha idea es que, para que los ciudadanos europeos puedan serlo realmente, se ve como algo necesario un aprendizaje precoz de las lenguas desde los primeros años de vida, de modo que puedan crecer en la perspectiva de una sociedad multilingüe que prevea el aprendizaje permanente de las lenguas como parte integrante de un estilo de vida propiamente europeo.
En esta misma línea, añadir que, mediante el aprendizaje intensivo del francés, los jóvenes españoles se familiarizan con la lengua y cultura de otro país miembro de la Comunidad Europea, multiplicándose sus posibilidades de movilidad universitaria y profesional y adquiriendo así, los medios necesarios para ser unos verdaderos ciudadanos de la Europa del mañana.
No hay que olvidar que las clases de francés son una importante contribución al estrechamiento de los lazos de amistad y de cooperación entre España y Francia. Todo ello hace que los estudiantes españoles gocen de las mismas oportunidades de formación que sus conciudadanos europeos, pudiendo competir profesionalmente, en un futuro, en igualdad de condiciones.
Cuanto antes, mejor
Por otra parte, es sabido por todos que, los niños más pequeños tienen mayor capacidad de aprender que los que están en edades más tardías, por esta razón, es muy conveniente empezar a estudiar una segunda lengua extranjera cuanto antes mejor. De hecho, y estoy convencida de ello, la formación integra de nuestros alumnos/as pasa obligatoriamente, hoy día, por el aprendizaje de idiomas, y cuantos más, mejor.
Otro de los factores que justifican la importancia que tiene estudiar francés es el fenómeno creciente de la inmigración, pues a través de estas clases podremos permitirnos entrar en contacto con unas personas que, atraídas por la prosperidad cultural de nuestro país, tratan de labrarse un futuro mejor entre nosotros. En España existe una mayoría de inmigrantes procedentes de África del Norte y por lo tanto de cultura francófona ; el área de francés es el ámbito idóneo para facilitar la integración social de los hijos de inmigrantes.
Por tanto la clase de francés puede ser un medio para, a largo plazo, propiciar una mayor convivencia entre las diversas culturas que hay en nuestro país. Ello daría lugar a un buen ejemplo de aprendizaje para la ciudadanía. Ya por último concluir añadiendo que, la capacidad de comunicarse en una L. E. y el conocimiento de la misma proporcionan una ayuda considerable para una mejor comprensión y dominio de la lengua propia. Además, entrar en contacto con otras culturas a través del canal de la lengua, favorece la comprensión y el respeto hacia otras formas de pensar y actuar, lo cual nos ofrece una visión más amplia y rica de la realidad en la que vivimos.
Fuente: Comunidad Escolar