Jaume Sarramona, Catedrático de Pedagogía de la Universidad Autónoma de Barcelona: «Hay que crear espacios no lectivos para que convivan los chavales»
Diario Vasco, LEIRE GONZÁLEZ, 2007-08-30
De un millón de inmigrantes en el 2000, hemos pasado a cuatro millones en el año 2007. La presencia de extranjeros es una realidad cada día más palpable en nuestro entorno. Muchas veces el punto de encuentro de estos inmigrantes o de sus hijos es la escuela. Para Jaume Sarramona, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, el colegio tiene un papel esencial en la inserción de estas personas. No tanto como fuente de conocimiento, sino porque sirve de referente para los chavales. Adquieren valores y aptitudes.
– La importancia de la escuela en la integración es indiscutible. Pero, ¿existe una asimilación real de culturas?
– Integración significa amoldarse a unas normas. Por suerte para los inmigrantes y para nosotros las sociedades hoy no son monolíticas. Nos ha costado mucho pero tenemos constituciones que son respetuosas con las libertades y con el ser humano. El problema llega cuando los hábitos de los inmigrantes atentan contra esas libertades adquiridas.
– ¿Cómo se debe actuar entonces?
– Siempre debemos actuar con sumo respeto, pero lógicamente todo no es aceptable. Para que se integren es necesario, entre otras cosas, que aprendan la lengua del lugar donde habitan. Tienen que respetar las costumbres sociales y culturales del país. Aunque también es fundamental que exista una buena comunicación, que se explique al resto de la clase las costumbres de los inmigrantes. Siempre que existe un conocimiento, los prejuicios son menores.
– ¿Se deben poner límites?
– El cumplimiento de la ley debe ser el límite. Los autóctonos también tienen sus propios derechos que deben ser respetados. Hay que intervenir siempre que alguna acción vaya en contra de las libertades del resto.
– ¿En qué lengua se debe escolarizar cuando coexisten dos idiomas en el mismo territorio?
– Evidentemente es necesario que estudien las dos lenguas. Lo que suele ocurrir muchas veces es que únicamente con el dominio de una, que suele ser el castellano, les sirve para hacerse entender. Esto puede ser muy peligroso, ya que en estos casos la lengua que pierde siempre es la minoritaria, que es la más débil.
– ¿Se deben dar clases de refuerzo extraescolares para mejorar la adaptación de los chavales?
– Puede ser beneficioso, pero el problema será quién lo paga y quién las imparte. Sería mejor crear espacios de convivencia fuera del horario de las clases. Muchos chicos cuando salen del colegio se encuentran con que hacen su vida en la calle. Habría que crear espacios no lectivos que ayuden a los chavales a convivir.
– Muchas veces son los propios niños inmigrantes los que forman guetos en los colegios.
– En esos casos hay que intervenir urgentemente. Por desgracia es una estampa demasiado habitual, sobre todo en los recreos. Ahora nos empezamos a dar cuenta de que el recreo, aunque es un tiempo de descanso, también está dentro del programa docente y por ello debe ser vigilado. Los profesores deben crear planes específicos, que se deben poner en funcionamiento junto a otras instituciones para que el trabajo sea efectivo.
– La escuela es sólo una parte del trabajo…
– Sin duda ocupa un lugar esencial, pero no es suficiente. Todos los colegios deben tener un plan de acogida de inmigrantes, pero las asociaciones de padres también tienen mucho que decir y hacer. Estos colectivos son fundamentales para trabajar con las familias. Por otra parte, desde los ayuntamientos locales se pueden fomentar actividades que favorezcan la integración. Esas personas seguramente no vuelvan a sus países. Tenemos que actuar pensando en qué tipo de ciudadanos queremos para nuestras ciudades.
– ¿La asignatura Educación para la Ciudadanía ayudará a ello?
– Una sola asignatura no va a resolver la problemática. Pero si en las horas en las que se imparte la asignatura se fomentan valores de convivencia y sirve para hablar sobre las diferentes culturas, bienvenida sea. Porque lo que tampoco se puede hacer es restar horas de otras asignaturas para explicar la importancia de ese tipo de aptitudes.
– ¿Existe algún país europeo que se pueda tomar como referente?
– Existen países europeos con una carga de inmigrantes mucho mayor que la española. En Luxemburgo, el 60% de sus habitantes ha nacido fuera del país, por ejemplo. Suiza, país que también tiene un número de foráneos importante, tiene una política de educación muy efectiva. También los países nórdicos tienen una atención a los inmigrantes muy interesante, aunque es verdad que sus recursos son mayores que los nuestros. En Suecia y Finlandia los padres tiene derecho por ley a un intérprete. Sin duda, aquí esto es impensable.