Interculturalidad, socializada o politizada?
La reforma curricular ecuatoriana contempla la interculturalidad como eje transversal sin haber desarrollado ciertos aspectos importantes de la materia que ayudarían a los docentes a trabajar con ella en el aula, como son: contenidos y metodología. Existe, ademas, una carencia de espacios de capacitación en esta área.
La interculturalidad vista como principio de mediación es un componente de los procesos interculturales que actualiza el concepto de interculturalidad, por lo tanto, también el rol de los docentes, y de nuestra condición humana, en general, ya que como elemento mediador es aplicable en cualquier área laboral por su constructiva función, lo cual, la convierte en necesaria en un marco de convivencia.
La interculturalidad es una opción de vida, una filosofía si se quiere, una forma de vivir, o mejor dicho, de convivir. La interculturalidad tiene sus propios elementos filosóficos que la distinguen de entre otras disciplinas o políticas culturales. Hoy en tiempos de la posmodernidad en los que la identidad individual y colectiva surge para ocupar su propio espacio, y por el otro, con la globalización que se impone a galopes, la interculturalidad es más que nunca necesaria. La interculturalidad tiene elementos muy básicos que la constituyen; muy humanos, al fin y al cabo. La interculturalidad es evolución. Evolución en el manejo de conflictos y diferencias. ¿Cómo? Bueno, tiene sus métodos.
La interculturalidad no es posesión, ni propiedad, ni uso exclusivo de algún grupo étnico o socio-económico. Es para todos, también para los mestizos. Es más hasta ahora muchos de los diálogos sostenidos entre indígenas y mestizos no genera mucho fruto y sigue marginalizado este encuentro porque precisamente la población mestiza no está educada en la interculturalidad. Recordemos que la interculturalidad no es folklorismo.
La interculturalidad como cultura política y política cultural está en procesos de socialización política, lo cual explica porque hasta ahora muchos de los diálogos sostenidos entre indígenas y mestizos no genera mucho fruto y sigue marginalizado este encuentro; pues la población mestiza no está educada ni levantada en principios interculturales. Considero que estamos como nación despertando a nuestra diversidad cultural y pasando, por lo tanto por una fase de reconocernos y actuar en el marco de la multiculturalidad.
La interculturalidad en este respecto una expresión positiva de interrelación y asimilación. Implica el desafío de aprender desde varias perspectivas. La interculturalidad es un esquema más complejo que el de la multiculturalidad porque presupone condiciones individuales y colectivas en el medio de desarrollo que apoyen, respalden, fomenten espacios de diálogos entre lectores culturales diferentes. Mientras que la multiculturalidad se conforma con tolerar su existencia. País pluricultural, país intercultural Joyce Sánchez E. en Ensayos sobre Interculturalidad
«El que no asume los prejuicios que lo dominan termina validándolos incautamente. Pedagógicamente la interculturalidad como hemos visto apunta a la formación del ser, con su consentimiento hacia un sujeto de mediación. Este fin no es posible alcanzar sin aplicar el elemento de la comprensión pedagógica. Toda comprensión se realiza desde el propio horizonte histórico, desde los propios prejuicios y expectativos de sentido La comprensión es un proceso de fusión de horizontes Lo que importa es experimentar realmente al tú en cuanto alteridad reductible…se trata de conocerlos sin anticiparlo…para ello se requiere desear que el otro hable, es decir estar abierto a la expresión libre del otro. Comprender al otro no significa aprehenderlo, abarcarlo. Saber escuchar al otro tampoco significa obedecerle» (Flores Ochoa 2000).