Aprendemos con…Teresa Aguado
TERESA AGUADO
Profesora de la UNED. Coordinadora del Proyecto INTER
Charla con Lola Pérez Carracedo
Nos encontramos con Teresa Aguado en su despacho de la Universidad, un práctico espacio abierto al «campo» porque desde el ventanal, tras una carretera, los pinos y arbustos de la Casa de Campo se asoman a la ciudad. Teresa nos recibió en dos ocasiones con amabilidad y cariño porque se aprecia que disfruta hablando de su pasión por enseñar a enseñar.
Teresa Aguado Odina lleva muchos años en la «formación de profes», investigadora, ha trabajado como maestra durante diez años, la mayor parte de ellos en escuelas unitarias. Empeñada en la educación intercultural, comparte con muchos y muchas una visión de la educación que considera «muy atrevida y muy osada: acompañar a otros en un camino que tu ya has hecho, a ser mejor persona o a cambiar cosas en el mundo que no te gustan».
Ese atrevimiento, esa postura ante la vida, es la que sostiene enfoques como el Intercultural. Para Teresa «apostar por lo intercultural es apostar por construir cultura, por cambiar la sociedad».
Y apostar por lo intercultural es lo que le ha llevado a formar parte del equipo del El Proyecto INTER ,un proyecto de cooperación internacional en el ámbito de la formación del profesorado no universitario, perteneciente al Programa Comenius (Programa Sócrates de la Comisión Europea). Se inició en octubre de 2002 y su finalización está prevista para septiembre de 2005. En él participan socios de siete instituciones educativas pertenecientes a seis países europeos. La institución coordinadora del proyecto es la UNED.
El proyecto se centra en el desarrollo, aplicación y validación de una guía que facilite el análisis de necesidades y la mejora de las prácticas escolares desde una perspectiva intercultural. La Guía Inter se está distribuyendo en espacios de educación formal y no formal para distintos niveles educativos, desde escuelas infantiles hasta facultades de Educación.
Nosotros vimos que en el marco español, los proyectos de investigación sobre educación intercultural que se subvencionaban en estos últimos tres o cuatro años estaban más basados en la compensación educativa, en integrar, y sin embargo veíamos que en la Comisión Europea había programas, como el Comenius o el Sócrates, donde lo que priorizaban es que se juntaran personas de otras instituciones para elaborar proyectos donde el marco fuera la interculturalidad, entendida no como compensación educativa sino como que todos somos diversos y tenemos que generar estrategias, iniciativas educativas en las que el hecho de ser diferente a otro no esté estigmatizado sino que sea un valor. Vimos que nos daban ayudas para estar trabajando durante tres años equipos de investigación de distintas instituciones que fuéramos diversos de partida, que compartiéramos un mínimo de cosas: ser profesores en formación de profes y que tuviéramos un mínimo recorrido en interculturalidad. Pero luego lo que se valoraba era que fuéramos diferentes: de orígenes, de lenguas, incluso de estatus en tu propia institución. Así que te dices «Es una experiencia que justamente pone en práctica lo que yo predico por lo que será la mejor forma de aprender» Así que ahí hemos estado trabajando durante tres años, diciéndonos a nosotros mismos que es difícil trabajar así, que es una forma distinta de aprender pero que es la mejor vía para saber luego cuáles son las dificultades y posibilidades reales que uno tiene cuando ofrece esta propuesta en primaria o en secundaria, donde sea.
Y nació la Guía Inter…
Llevamos sólo un mes ofreciendo la Guía. Hemos observado que hay mucho interés por materiales que estén hechos desde un planteamiento que se llama intercultural y con un procedimiento que también es intercultural. En cuanto se abre la guía se detecta que está hecha con otros parámetros y se valora que tiene mucha información pero que no es un tocho. Es muy mejorable pero cuando has estado más de un año partiendo de lo que cada uno sabía sobre el tema, elaborando una estrategia para que todos aportaran, para organizar grupos, manteniendo contactos, a veces virtuales, si apuestas por eso te encuentras con un documento que no es lo que cada uno hubiera hecho solo sino que tiene toda la riqueza de miradas distintas sobre un mismo tema. Si hemos logrado un material interesante es por lo que hemos logrado hacer juntos. Este material puede convencer a la gente de que se pueden hacer cosas mejores desde lo inter que desde lo mono.
La Guía Inter puede descargarse en: www.uned.es/interproject
También se puede solicitar en papel a través del correo interproject@edu.uned.es
Teresa Aguado es autora de Educación Multicultural (UNED, 1996), Diversidad cultural e igualdad escolar. Un modelo para el diagnóstico y desarrollo de actuaciones educativas en contextos multiculturales (MEC/CIDE, 1999) y Pedagogía Intercultural (McGraw-Hill, 2003).
Hay muchos materiales, guías, pero es el profesorado el que se encuentra con el conflicto todos los días y es sobre el que recae toda la tarea ¿cómo afrontan esta situación?
Mi visión es bastante pesimista cuando la analizas, cuando ves qué formación está recibiendo el profesorado para abordar estos temas. Y por otra parte es necesariamente optimista a la hora de ponerte a actuar. Es demostrarse y demostrar tanto en una escuela de primaria como en la Universidad que es posible aprender y trabajar de una forma diferente. Lo que les decimos a los profes que se acercan a estos temas es que van contracorriente de todo, contracorriente incluso de lo que los padres le piden hacer, de lo que el claustro le pide hacer, de lo que la inspección o la administración recomiendan hacer, porque te encuentras mucha retórica, buenas intenciones… libos que llegan al centro que venden lo intercultural o propuestas de materiales interculturales, pero el centro sigue condicionado porque compra materiales de una determinada editorial o porque las horas de atender a los padres no se pueden cambiar o porque las clases están organizadas del apellido desde la A a la P y eso ya no se puede romper, son tantas las dificultades… Pero si se lo proponen y si siguen algunas recomendaciones, como las de esta guía, va a haber posibilidades para ser bueno para la mayor parte de tus alumnos.
Pero la gran mayoría de profesores están trabajando con la mejor de las intenciones pero con voluntarismo y sin verdadera formación ¿no es así?
En esto hay dos cosas importantes: cuando se plantea «vamos a hacer cosas distintas porque ahora tenemos alumnos diferentes» el planteamiento de partida es hacer cosas especiales para esta gente especial. Porque reaccionamos así, porque ese es el esquema desde el que abordamos la diferencia, que vuelve a ser dicotómico: los otros y nosotros. Supone un difícil cambio de actitud, que ese nosotros nos incluye a todos los que estamos en la clase. En cuanto un profe empieza a establecer el nosotros sin distinguir entre los que han venido este año, o los que son de otro país y empieza a creerse que el nosotros es todos, empieza a ver cosas diferentes.
El profesorado se queja de la falta de recursos para atender diversidad. Según la encuesta del sindicato ANPE, el 70,6% del profesorado considera insuficientes las medidas propuestas por el Gobierno para la incorporación y adaptación de los alumnos inmigrantes al sistema educativo, entre otras cuestiones, por falta de recursos personales y materiales, así como de formación de los docentes. Por ello, reclaman programas específicos para hacer frente a la interculturalidad.
Todos los recursos que se están poniendo en marcha en todo el sistema público de educación, independientemente de a qué alumnos se escolariza son muy limitados. De manera que cuando el sistema funciona bajo mínimos en cuanto a inversión pero también en recursos humanos, en centros, en formación… los que primero se ven afectados son los más vulnerables, los que están siendo catalogados como los marginales. En estos momentos lo que se cataloga como «grupos problema» son los inmigrantes, siguen siendo los gitanos… En educación teníamos que reivindicar «La imaginación al poder», y sin embargo hay un aplanamiento, que no salgan crestas, que todo sea lo menos problemático. Cualquier situación que exigiría imaginación se conceptualiza como un problema. La diversidad en grupos escolares se dan tanto en el pueblo más pequeño como en el centro de Madrid, aunque con grados, claro. Pero si aceptas que esas diferencias son buenas y que tienes que hacer algo necesariamente pasa por una dosis de imaginación fuerte. Pero en muchas ocasiones el profe que imagina recibe muchos mensajes negativos, eso molesta, provoca cambios en la organización del centro, los padres le dicen que su hijo lo que tiene es que aprender a sumar… es duro ir en contra pero todas las historias de interculturalidad, precisamente porque no son más que historias de intercambio, de comunicación y por apostar que juntos podemos hacer cosas, entre otras aprender, pasan por echarle imaginación.
Teresa Aguado realizó un trabajo de investigación en educación intercultural con una beca postdoctoral en Canadá, un modelo de sociedad muy distinta de la del Estado español, que a ella le sirve en muchas ocasiones como ejemplo de modelo intercultural.
¿Por qué no aprendemos de sistemas educativos implantados en países con más tradición de inmigración?
Pienso que hay gente que intenta aprender de eso, como los profesores que se apuntan a cursos de formación, o los grupos como el INTER que intentamos aprender de otras experiencias participando en proyectos cooperativos. Otra cosa es que llegue la renovación a la administración o que las decisiones sobre política educativa tengan en cuenta la experiencia de otros y adopten enfoques interculturales. La cuestión es hasta qué punto son posibles cambios en la práctica al margen o frente a medidas estructurales. Si eso no cambia ¿qué posibilidades hay de cambio real? Por otro lado, parece evidente que los cambios en profundidad necesitan de cierto estado de opinión favorable (por ejemplo, en relación con la inmigración, las minorías, las imágenes de la diversidad, en general) y también de medidas persistentes y a diferentes niveles: sistema general, centros, recursos, prácticas escolares, formación de profesores. En cada uno de estos niveles hay experiencias interesantes desarrolladas en ámbitos diversos y, en gran medida, son las que hemos querido promover a través de la Guía INTER elaborada en el proyecto Comenius.
¿Y a nivel de la Unión Europea?
Sí hay un tirón a nivel de instituciones europeas, aunque a veces también es un poco de maquillaje. No estoy muy segura de si esas ayudas para proyectos, para la gente que ya creemos en estas cosas, se pueden traducir en un camibo de política real de los estados. Cuanto más construyamos algo que sea internacional o intereuropoeo más posibilidades hay de que esa mirada miope de cada estado se acorte y haya un espacio mayor en el que quepa la gente que tiene otra manera de cómo debería ser el sistema e incluso aprenda de lo que el vecino ya haya hecho bien o mal e incluso vecinos más alejados, que tienen hasta otro tipo de sociedad, están haciendo de una manera más avanzada, como puede ser el caso del modelo canadiense.
¿Cómo se refleja esa educación anti-intercultural en los centros?
La escuela, como parte del sistema escolar no está pensado o modulado para ser un lugar de educación. Los sistemas escolares que conocemos, que se inventaron hace un par de siglos, eran como una serie de propuestas que las sociedades se inventaron en un determinado contexto político para estructurar su población por eso esos sistemas educativos tienen un alto componente de formación en habilidades que la gente tiene que aprender como ciudadano, interpretar textos, manejarse socialmente, establecer relaciones sociales, pero tiene un gran componente de adoctrinamiento, para que la gente nos amoldemos a determinada manera de estar en la sociedad y que nos amoldemos al status quo. Eso en Europa es una evidencia. Pero estamos en otra fase y ahora creo que notamos mucho el rozamiento entre lo que la sociedad exige y lo que las personas, por planteamientos democráticos necesitarían de la escuela y lo que la escuela les está dando, que sigue siendo mucho pero que es insuficiente.
¿Cómo se trabaja pues lo intercultural en un entorno tan sombrío?
El diagnóstico del que nosotros hemos partido para trabajar lo intercultural en centros escolares es que el sistema es muy anti-intercultural, la formación, el entrenamiento que uno tiene como profesor es muy anti-intercultural, te han enseñado para creer en la homogeneidad de los grupos, en que si los juntas por edades ya son todos parecidos, en que se puede llegar a estándares similares para todos. En el ámbito de la educación social, la gente que se acerca a esos campos no va con esos prejuicios, y justamente va buscando lo que no encuentra en los centros educativos. Mediadores, educadores sociales, animadores socioculturales tienen la libertad de saber que están en esos espacios para transmitir una serie de habilidades, de valores.
¿Como ves el futuro de esta escuela que tiene que ser intercultural?
Yo quiero verlo, pero es una cuestión de voluntad. En interculturalidad sostenemos que si hacemos las cosas de una determinada forma, con tus alumnos no frente a ellos o al margen de ellos, es porque crees que es posible un cambio y que tienes que imaginarlo para que se produzca. Desde una perspectiva más personal, es que trabajando así me lo paso bien, lo intercultural es un aprendizaje continuo, una permanente conciencia de a quién estás dejando fuera, ser consciente de que necesitas a otros. Para mí sería imposible trabajar de otra manera. Hay que admitir que no todos los profes se encuentran cómodos trabajando así. Yo lo que les digo es «de todo este material que te ofrecemos, de estas cuestiones que te planteamos, mira cuál te provoca algo». No es un adoctrinamiento es un replantearse las cosas, que la interculturalidad te obligue a replantearte cosas. Porque si algo tiene que ser un educador es ser un pensador permanente. Hay que hacer una apuesta por recuperar al profesor como intelectual, por creer que tiene que ser el profesional mejor formado de un país… ¡y qué lejos estamos de eso!