La caterva racista y sus adjetivos
Miro la web del diario los Andes y me pongo a parafrasear lo que ahí se comenta: JUANA QUISPE cometa: “grupillo de indígenas ignorantes”, JOSE SANTOS dice: “esos corderitos”, JHORGE: dice: “bestias”, PEDRO TAPIA dice “hordas campesinas” JULIO dice “por qué no matan a estos i….”, YONATAN dice: “vándalos llamados aymaras”, GONZALO dice: “fuera a los cochinos salvajes”, JEFFERSON sugiere: “deberían ser ajusticiados”, alguien sin identidad dice: “hay que votarlos como a perros”, alguien que se hace llamar MARTHA CHAVEZ usa la ironía y expresa: “Indios aymaras, ya verán cuando gobernemos los fujimoristas… Los romperemos los testículos a estos indios malditos que se oponen al desarrollo, a sus mujeres los cortaremos sus ovarios… Estos pobres miserables solo sirven para quemar lo que no les pertenece…” ROBBEN los llama: “gente analfabeta e ignorante” IVAN expresa su intolerancia del modo siguiente: “La culpa la tienen los dirigentes de los aymaras, que se aprovechan que muchos a las justas hablan castellano y la gran mayoría no entiende la razón de su protesta, están locos si van a venir a juliaca, a destruir nuestros negocios serán expulsados de inmediato, aymaras sinvergüenzas, ignorantes, delincuentes “ , ROCIO dice: “Todos sabemos que los aymaras se caracterizan por ser irracionales, seres que solo se movilizan por instinto sin ni siquiera pensar antes de actuar. Con la actitud que ahora estan demostrando solo reafirman lo antes mencionado. quieren obtener las cosas por la fuerza como animales con istinto y sin cerebro.
Sigo buscando más comentarios: alguien que usa el nombre de RAFEL REY REY dice: “El gobierno debe eliminar a estos salvajes de mier…, estos no son peruanos, estos puneños son inmundicia de personas… vaya llamados aymaras, si es eso lo que quieren maten a todos los puneños…” JUAN CARLOS dice: “que los maten a todos los aymaras y aymaristas, para que no jodan a Puno y al Perú. GIANFRANCO señala: “A poner orden y enseñarles a respetar a los demás a estos indigenas borrachosos ladrones ignorantes = aymaras. Un QUECHUA dice: sarta de ignorantes y primitivos, los aymaras lo único que saben es robar, contrabandear, maricones de mierda no son como lo quechuas que dan el pecho, solo se envalentonas en grupos poniendo delante a sus mujeres, quédense donde estan, no vayan a otras ciudades del peru, son una escoria, un atrasado, quédense con su tierra aymara en el atraso, dejen de joder al Perú….” HUBER MONTOYA dice: “es hora de matar indios ignorantes, asesinos, rateros, vamos a matar indios!!!!!!!!!!!!! Hay más: uno que se hace llamar AYMARA dice: Los aymaras y puneños son como las cuccarachas debemos de desaparecerlo, son una lacra para nuestro país, gente inculta, cochina, borracha y contrabandista todo lo ven plata y quieren todo gratis, la naturaleza es tan sabia que todo los años lo quiere desaparecer con las heladas pero ellos se reproducen en febrero con la virgen de la candelaria, se jactan de ser bravos cuando son cobardes, cuando están solo te lloran y se humillan como gusano, pero basta que sean un grupo son más valiente que Rambo. ANNY tiene su opinión: “estos aymaras deben irse del Perú ir donde su amo evo morales el Perú es de los peruanos, vayan a un país retrasado de Bolivia ahí van a estar a gusto comiendo chuño. FRANCISCO: “Métanles bala a esos facinerosos violentos, que con la máscara de aborígenes quieren amedrentar a los puneños y no lo vamos a permitir.
Esta es la caterva racista contra los pueblos originarios, de algunos citadinos que bajo el estereotipo de creerse un pueblo “blanco”, de una sociedad cerrada de los “señores” banalizó las luchas del pueblo aimara. Ese esencialismo ramplón estuvo marcado bajo la oposición nosotros / ellos: nosotros somos los civilizados, buenos, amables, buenos ciudadanos, etc. Ellos son los ignorantes, incivilizados, violentistas, primitivos, etc. Ese fue el contraste de la convocatoria que tuvo de una supuesta movilización por la paz, obligada a trabajadores de las instituciones estatales. Ciertamente esta ubicuidad del racismo citadino es una consecuencia histórica de siglos. El empleo de los “otros” es percibido como inferiores y ese trato sistemático legítima la ideología de la discriminación, la xenofobia y la exclusión.
El racismo se reproduce a través del discurso dominante y ese discurso es accesible sólo a un sector de la población: élites simbólicas como políticos, periodistas, escritores, profesores, académicos (blancos) con su supuesto racismo de todo tipo, Y lo peor, personas de origen aimara y quechua que por movilidad social trabajan y viven en las ciudades como Puno.
Tengo una pregunta final: ¿si estas formas de racismo ayudan a la integración y la cohesión intercultural que necesita nuestros pueblos del país? ¿Dónde se incuban estas nuevas formas de síndrome colonial? ¿No son acaso en las familias y la Escuela? José María Arguedas nos había hablado de un país de todas las sangres, pero los hechos deleznables que comentamos nos hacen ver que esas sangres aun no se pueden integrar.
Blog: Walter Paz Dossiers