Adaptación Curricular
Este documento forma parte del Glosario de Educación Intercultural editado por FETE-UGT y coordinado por el Colectivo Yedra.
Para entender mejor lo que es una adaptación curricular, vamos a definir en primer lugar qué entendemos por currículo.
Cuando hablamos de currículo nos estamos refiriendo a éste en dos sentidos:
El conjunto de objetivos, competencias, contenidos, conocimientos básicos que el alumnado debe aprender en un tiempo determinado, que está establecido por la legislación básica, así como las estrategias metodológicas, organizativas y de evaluación.
También estamos hablando de las experiencias vividas y que comparten y construyen los integrantes de la escuela en las múltiples interacciones que se dan: profesor/a con alumnas/os, alumnas/os con alumnas/os, alumnas/os -profesor/a -medios, alumnas/ os y entorno.
La escuela necesita controlar y manejar ambos niveles de manera intencional para poner toda esa riqueza al servicio de los componentes de la Comunidad Educativa: Profesorado, alumnado, familias, contexto…
El carácter abierto y flexible del currículo ofrece al profesorado la posibilidad de reformularlo, adaptarlo a los cambios y necesidades que se van produciendo en nuestra sociedad, y favorecer así el desarrollo personal y humano del alumnado, para que éste aprenda a comprometerse en una ciudadanía activa, y desarrolle valores y competencias que le encaminen a un mundo cada vez más solidario y sostenible.
A partir de este concepto de currículo, la adaptación curricular es la tarea que todos los equipos de profesores necesitan realizar para dar una respuesta integral y adecuada a la diversidad de alumnado que acude a nuestros Centros Educativos. Se trata de plantear un proceso de Enseñanza-Aprendizaje en donde, desde un planteamiento inclusivo, todo el alumnado tenga cabida en un contexto social concreto, en cada Centro concreto y para cada grupo concreto de alumnos/as.
Adaptar el currículo pasa, en todas las situaciones educativas, por evaluar la situación del Centro, del alumnado y sus familias, del contexto cercano, del aula, del alumno concreto para poder detectar posibilidades y capacidades diversas, riquezas de unos y otros, así como las necesidades educativas, de manera que la riqueza y la diversidad del contexto, del alumnado y sus familias, del profesorado, se pueda aprovechar y poner al servicio de todos y se pueda atender también entre todos a las necesidades que van apareciendo.
Adaptar el currículo se concibe ya como una consecuencia normalizada, ordinaria y directa de la atención a todos y a cada uno de los alumnos y consiste en adecuar el currículum ordinario teniendo en cuenta las diversas características del alumnado.
Cuando hablamos de adaptación curricular estamos refiriéndonos a niveles diversos:
– La adaptación del currículo al contexto del Centro y a su población. Esto convierte al contexto en una fuente de posibilidades de aprendizajes cercanos al alumnado.
– Cuanto más adaptado esté el Proyecto Educativo a los alumnos y a su contexto, más se asegurará una respuesta adecuada y menos adaptaciones individuales se necesitarán.
La experiencia nos dice que no hay aprendizaje cercano que no pueda generalizarse y hacernos entender otros menos cercanos.
La adaptación del currículo al aula y a todos y cada uno de los alumnos/as que pertenecen a la misma. Y dentro de esta adaptación contemplamos la adaptación a un/a alumno/a determinado cuando sus necesidades educativas lo requieran. Esta tarea de adaptación requiere y provoca el trabajo del equipo educativo en una sinergia de acciones que hace posible esta acción sistemática y multiplica los efectos de esta acción educativa.
La adaptación curricular ¿qué supone para el Centro y para el Aula?
a) La adaptación del currículo comienza desde el amplio marco de la escuela, de forma que las medidas que se vayan tomando, por el claustro y el equipo directivo, y que afectan al Centro, tengan en cuenta este planteamiento.
Nos estamos refiriendo a los planes y programas, tales como:
. El Plan de Acogida al alumnado, para que todos, profesorado, alumnado y familias, lleguen a tener su sitio en el Centro, siendo quienes llevan más tiempo quienes se preocupen de dar a conocer y realizar el seguimiento de los que llegan más tarde. Se trata de hacer que esta tarea no sea una situación puntual.
. El Plan de Orientación y Acción Tutorial, El Plan de Convivencia,… Las estrategias organizativas que van a dar lugar a la atención a todos y cada uno de los alumnos: diversidad en los agrupamientos, organización y flexibilización de tiempos y espacios, equipamiento didáctico, etc.
b) Entre las estrategias de aula para el seguimiento del alumnado:
. La Unidad de Acogida y Evaluación Inicial, para acoger a todos, con su realidad personal y cultural, y para reconocer todas las riquezas del alumnado y de sus familias. Realizada con tiempo suficiente y modos diversos al comienzo de curso.
. La Unidad Didáctica Interdisciplinar, con diversidad de actividades, que fomenta la autorregulación y la autonomía, con una metodología cooperativa que favorezca la investigación, construcción del conocimiento, la ayuda entre iguales, etc…
. La metodología de investigación y cooperativa, que sitúa al alumno como protagonista de su propio proceso, en un trabajo llevado a cabo con sus iguales.
. La Evaluación continua y el seguimiento de los procesos de aprendizaje de los alumnos. Se trata de dar luz para la preparación de procesos de enseñanza adaptados.
Actividades para la práctica en el aula
Primera actividad
Objetivo:
Conocer y valorar las distintas culturas existentes en el aula e introducir su conocimiento en la programación de las distintas áreas.
Descripción:
En la primera Unidad Didáctica a realizar:
Que todos los alumnos del aula lleven su árbol genealógico o la descripción de la procedencia de cada uno de ellos, hasta los abuelos. Con esto descubriremos cuántas culturas existen en el aula.
Una vez descubiertas las distintas culturas, introduciremos en la programación el conocimiento de las mismas:
Su procedencia, los contextos de origen en los que se desarrollan, sus costumbres, trajes populares, creencias, simbología.
Un viaje a cada una de las culturas que muestre la belleza de su territorio natural, su moneda, posibles rutas, medios de comunicación y transporte…
El conocimiento de expresiones, vocabulario, conceptos propios de cada una de ellas.
Modos de contar, medir, numeración…
Preparar una (o varias unidades didácticas) con todas (o con cada una) de las culturas como eje, donde puedan participar familiares o personas del contexto de dicha cultura, que reproduzcan el ambiente y el contexto de cada cultura, con actividades de todas las áreas con estrategias metodológicas variadas: De investigación, cooperativas…
Al final de la Unidad (o de las Unidades) se puede realizar una exposición de cada cultura.
Segunda actividad
Objetivo:
Conocer la realidad de los diferentes alumnos del aula e introducir su conocimiento en la programación ordinaria.
Descripción:
1. El punto de partida es: ¿Puedo describir a mis alumnos desde:
. Sus realidades culturales y familiares?. ¿Se lo que han vivido, sus experiencias culturales, familiares y personales?
. Desde las motivaciones e intereses que tienen?
. Desde sus inteligencias múltiples?
. Desde sus funciones cognitivas?
. Desde sus modos de aprender?.
2. Elabora una evaluación inicial que tenga en cuenta estos factores.
3. Adapta la programación que tienes realizada añadiendo estos datos.
Referencias bibliográficas
Blanchard, M y Muzás, M.D. (2007): Propuestas Metodológicas para profesores reflexivos. Narcea. Madrid.
Booth, T. & Ainscow, M. (2005). Guía para la evaluación y mejora de la educación inclusiva. Desarrollando el aprendizaje y la participación en las escuelas. Vitoria: Departamento de Educación, Edición bilingüe Euskera-Castellano, Universidades e investigación. Gobierno Vasco.
Muzás, M.D., Blanchard, M, y Sandín, M.T. (2000): Adaptación del currículo al Contexto y al Aula. Narcea. Madrid.