La educación inclusiva en la universidad del Siglo XXI: un proceso permanente de cambio
JUAN JOSÉ LEIVA OLIVENCIA, ANTONIO SALVADOR JIMÉNEZ HERNÁNDEZ
El presente trabajo pretende suscitar reflexiones educativas críticas sobre el estado actual de la concepción científica-pedagógica de la educación inclusiva en el contexto universitario.
En este sentido, somos conscientes de la existencia de una evolución conceptual sumamente positiva en los últimos tiempos en el contexto universitario, y resulta necesario articular nuevos discursos y prácticas docentes que proyecten e iluminen la idea de que la educación inclusiva es un proceso permanente de cambio en la educación.
En este artículo ofrecemos algunas evidencias empíricas cualitativas sobre el pensamiento de los estudiantes de magisterio de Educación Especial sobre el sentido y significado de una educación que evoluciona con claridad desde una perspectiva integracionista a una perspectiva de inclusión social y educativa.
La educación inclusiva puede ser concebida como un proceso que permite abordar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los educandos a través de una mayor participación en el aprendizaje, las actividades culturales y comunitarias y reducir la exclusión dentro y fuera del sistema educativo. Lo anterior implica cambios y modificaciones de contenidos, enfoques, estructuras y estrategias basados en una visión común que abarca a todos los niños en edad escolar y la convicción de que es responsabilidad del sistema educativo regular educar a todos los niños y niñas. El objetivo de la inclusión es brindar respuestas apropiadas al amplio espectro de necesidades de aprendizaje tanto en entornos formales como no formales de la educación. La educación inclusiva, más que un tema marginal que trata sobre cómo integrar a ciertos estudiantes a la enseñanza convencional, representa una perspectiva que debe servir para analizar cómo transformar los sistemas educativos y otros entornos de aprendizaje, con el fin de responder a la diversidad de los estudiantes. El propósito de la educación inclusiva es permitir que los maestros y estudiantes se sientan cómodos ante la diversidad y la perciban no como un problema, sino como un desafío y una oportunidad para enriquecer las formas de enseñar y aprender.
En este punto, compartimos con el profesor López Melero (2004 y 2006) plantea la necesidad de formar a los futuros docentes, los docentes del siglo XXI, en una cultura de la diversidad que fundamenta la educación inclusiva, su concepción y sus prácticas didácticas. Y es que plantea que, en un sistema escolar moderno, el alumnado, lejos de ser un mero receptor pasivo de información y normas, aprende de manera activa explorando, seleccionando y transformando el material de aprendizaje.