Facilitar clases de madres o padres en horario y contexto escolar sobre adquisición de habilidades instrumentales, considerada esencial en el nivel en que se encuentren escolarizados sus hijos e hijas
Propuesta 46 del Libro blanco de educación intercultural. Documento en el que han colaborado más de cincuenta personas expertas, editado por FETE-UGT.
Partimos del hecho de que es raro encontrar padres o madres que quieran que sus hijos o hijas se queden atrás en la adquisición del currículo escolar y de que, como menciona Baraibar (2005: 16): “[…] en los países desarrollados, alrededor del 80% de los logros en el aprendizaje son explicables por variables ligadas al entorno familiar, mientras que sólo es el 20% restante el que se explica por la acción de la escuela”.
Pero con excesiva frecuencia se produce un círculo vicioso en el que el profesorado considera que los padres y madres no están suficientemente implicados en la educación de sus retoños y, por otra parte, los padres y madres no se implican porque no saben qué espera el profesorado de ellos. Este desencuentro entre familias y escuela es preocupante sobre todo en contextos escolares donde una más de las dificultades con las que se encuentra el alumnado de reciente incorporación es la de la lengua de instrucción, porque si ésta es nueva para él o para ella, lo es, también, para sus familias, y en aquellos contextos en los que por el mismo motivo u otros cualesquiera exista desfase curricular importante en las áreas de aprendizaje en general.
Y una de las más importantes formas de colaboración de las familias en el proceso de formación de sus hijos e hijas es el aprendizaje en casa (Epstein, 2002). Por ello, sería prioritario, en primer lugar, que las familias entendieran “cómo y por qué la escuela actúa como actúa” (Besalú y Vilá, 2007: 42) y hacerles llegar las expectativas que se tiene de ellos y ellas en relación con el proceso de escolarización de sus hijos e hijas. A partir de ahí, habría que comenzar a “rentabilizar” los recursos materiales (locales y materiales) y humanos (profesorado) de los que dispone el centro escolar para aportar a las familias las herramientas necesarias para implicarse activamente en la educación de sus hijos e hijas. Y estas herramientas se pueden aportar a través de un proceso de formación en el que el aprendizaje de la lengua curricular (si es diferente de la suya materna) y el contacto con experiencias didácticas similares a las de sus hijos e hijas (porque, a veces, los nuevos programas no coinciden con las experiencias didácticas que ellos y ellas tuvieron como alumnos) serían tópicos principales.
También hay que considerar que el cuidado de sus hijos e hijas y el desplazamiento desde sus hogares podrían ser barreras para la participación en la misma. De ahí que se proponga que esta ayuda se proporcione en horario escolar (sus hijos e hijas están realizando otra actividad paralela) y en contexto escolar (los recursos están ahí y no hace falta desplazarse a otro lugar). Una efectiva colaboración entre familia y escuela suele desembocar en un mayor éxito escolar porque, para el alumnado, el hecho de que sus padres y madres se ocupen de su enseñanza se convierte en un aliciente suficiente para progresar en su aprendizaje y porque el profesorado mejora su motivación al constatar una mayor implicación en el proceso escolar por parte de la familia (Morales Orozco, 2006).
Objetivos
• Hacer sentirse bienvenidos a los padres y madres para atraerlos al centro escolar.
• Alentar al profesorado a diseñar tareas que permitan al alumnado establecer una “relación didáctica” con las familias.
• Implicar a las familias con sus hijos e hijas en el aprendizaje académico en casa, incluyendo las tareas, el establecimiento de metas y planes de estudio de otras actividades relacionadas.
• Enseñar a los padres estrategias didácticas que puedan utilizar en el hogar para ayudar de forma efectiva a sus hijos e hijas.
• Facilitar a los padres y madres el aprendizaje o mejora de la lengua de instrucción o curricular.
• Ofrecer cualquier información requerida para que puedan ayudar a sus hijos e hijas en la realización de las tareas.
• Intentar satisfacer cualquier sugerencia para ayudar a la realización de los deberes escolares que fueran surgiendo sobre la marcha.
• Involucrar a las familias en el centro escolar como voluntarios que apoyan al alumnado de forma activa dentro de esquemas como las comunidades de aprendizaje.
MEDIDAS DESEABLES PARA LLEVAR A CABO LA PROPUESTA
• Dar cobertura legal y logística a este tipo de actividades de formación sobre todo en centros escolares donde las características específicas de su alumnado (centros con amplia matrícula de alumnado inmigrante, por ejemplo) así lo demanden.
• Organizar estas actividades en horarios escolares convenientes para la mayoría de las familias susceptibles de participar en las mismas y que no interfieran en el desarrollo normal de la actividad docente desarrollada en el centro escolar.
• Priorizar la enseñanza de la lengua curricular si fuera necesario y de aquellas estrategias de aprendizaje que se consideraran más efectivas.
• Procurar que los docentes -dentro de los planes de formación continua- y los aspirantes a docentes -como parte de su formación inicial- aprendan a trabajar y colaborar con las familias, con el objetivo de asegurar las conexiones entre el hogar y la escuela.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BARAIBAR LÓPEZ, J. M. (2005): Inmigración, familias y escuela en educación infantil. Madrid: Los Libros de la Catarata.
BESALÚ, X. y VILA, I. (2007): La buena educación. Libertad es igualdad en la escuela del siglo XXI. Madrid: Los Libros de la Catarata.
EPSTEIN, J. L.; SANDERS, M. G.; SIMON, B. S.; SALINAS, K. C.; JANSORN, N. R. y VAN VOORHIS, F. L. (2002): School, family, and community partnerships: Your handbook for action, 2ª ed. Thousand Oaks, CA: Corwin.
MORALES OROZCO, L. (2006): La integración lingüística del alumnado inmigrante. Propuestas de aprendizaje cooperativo. Madrid: Los Libros de la Catarata.
MORALES OROZCO, L. (2009): “Acogida”, en Glosario Intercultural.
ORTIZ LÓPEZ, C. y DONOVAN, L. (2009): “Involving latino parents with Mathematics through family Math nights: a review of the Literature”, Journal of Latinos and Education, 8:3, 219-230