Proponer la transferencia al ámbito de la educación formal de las buenas prácticas derivadas de las iniciativas comunitarias relativas a la gestión de la diversidad y la interculturalidad
Propuesta 38 del Libro blanco de educación intercultural. Documento en el que han colaborado más de cincuenta personas expertas, editado por FETE-UGT.
Las personas nos movemos en múltiples contextos, escuela, familia, asociaciones y centros de tiempo libre, medios de comunicación, y en todos ellos nos educamos. Los destinatarios y destinatarias de la orientación de la educación en estos nuevos escenarios educativos somos todos y todas. Tener en cuenta esos diferentes contextos nos lleva a manejarnos con un concepto de educación que va más allá de la educación formal, cuya mayor responsabilidad se la asignamos al entorno de la escuela.
Un breve repaso a la historia de la educación intercultural nos remite a las experiencias desarrolladas en el ámbito del asociacionismo juvenil, las escuelas de tiempo libre y los movimientos sociales en general, donde se ha ido desarrollando una corriente pedagógica basada en contenidos de educación en valores y de atención a la diversidad. Estas experiencias han ido originando un discurso alternativo en el tiempo libre que, más en su momento, sería recogido por la reforma educativa de 1990, que asumió parte de esta filosofía y la trasladó a las diferentes áreas transversales, pasando a formar parte del currículo escolar en la enseñanza obligatoria.
Esta línea formativa, desarrollada desde la educación no formal, ha marcado muchas de las prácticas desarrolladas en los centros escolares y en la educación formal, pero ha ido perdiendo la importancia que tuvo en los inicios de la educación intercultural.
Una apuesta por la escuela pública integrada en la comunidad exige profundizar con mayor rigor en el sentido comunitario de la educación y dar mayor protagonismo al trabajo que desarrollan las asociaciones y las nuevas figuras que se van generando para trabajar la integración y la interculturalidad que permiten fomentar actividades extraescolares que contribuyen a la difusión de la diversidad cultural presente en los centros y estrechar los lazos entre las diferentes asociaciones.
La escuela puede aprender de otras realidades donde también se llevan a cabo procesos educativos, al mismo tiempo que puede compartir y complementar su saber con esas otras realidades para avanzar en escenarios educativos más integrales.
Sugerimos con todo esto una reinterpretación de la realidad y la incorporación al conocimiento escolar de áreas que, con frecuencia, están fuera de él. Iniciativas y experiencias socioeducativas que suponen, o pueden suponer, un referente bastante enriquecedor para la práctica educativa formal, ya que por su grado de flexibilidad permite reorientar los objetivos en función de intereses y necesidades concretas, así como la adaptación también de las metodologías.
Objetivos de la propuesta
• Promover el contacto y la relación entre los diferentes agentes del entorno escolar inmediato.
• Facilitar la implicación de los y las adolescentes y jóvenes en proyectos comunes, ejercitándose en la cultura de la participación y la solidaridad.
• Trabajar en la formación, tanto en la formación inicial de los agentes socioeducativos como de la formación permanente.
• Contar con un proyecto integral de educación intercultural centrado en cada territorio concreto.
• Sistematizar todas aquellas experiencias que trabajan en este sentido comunitario.
• Establecer conexiones entre los diferentes centros de recursos de ámbitos de educación formal y no formal.
MEDIDAS DESEABLES PARA LLEVAR A CABO LA PROPUESTA
• Llevar a cabo investigaciones que profundicen en esta línea y aporten datos explicativos en este sentido.
• Planificar un proceso de sistematización de las diferentes experiencias prácticas desarrolladas.
• Establecer una planificación formativa centrada en cada contexto en particular con los diferentes agentes socioeducativos del territorio.
• Planificar un abanico amplio de propuestas de formación permanente donde estén implicadas todas aquellas personas que intervienen en un mismo territorio.
• Dotar de más recursos a las propuestas que vengan trabajando en estas iniciativas comunitarias.
• Crear un centro de recursos que asuma el protagonismo de dinamizar esta propuesta.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
COLECTIVO AMANI (2009): Educación intercultural. Análisis y resolución de conflictos. Madrid: Los Libros de la Catarata.
DÍAZ, B. (1999): La ayuda invisible. Likiniano Elkartea.
MARTÍNEZ TEN, L. y TUTS, M. (2004): Formación en educación intercultural para asociaciones juveniles. CJE.