Interculturalidad, educación, comunicación
SILVIA CARRASCO PONS*
Culturas, complejos cambiantes
En la base de muchos debates actuales que acuden en uno u otro momento al amplio paraguas del concepto de cultura, como aquellos que discuten alrededor de los cambios culturales del mundo a fines del milenio -cambios de entorno, de relaciones, de medios, de cosmovisión-, se encuentran a menudo profundas incomprensiones en torno a la cultura y, lo que puede ser más grave, el uso de la cultura en toda clase de discursos para enmascarar nuevas o más profundas desigualdades. Esta reflexión quiere contribuir a señalar algunos puntos críticos en este sentido.
En Antropología se entiende el concepto de cultura como proceso y como producto. Como principal mecanismo adaptativo de la especie humana frente a su enorme indeterminación genética en lo que se refiere a formas de vida, sistemas de relaciones y organización de la experiencia y del pensamiento. Cada cultura debe ser entendida como una propuesta global de orden frente al caos, compleja y cambiante, cuyos elementos particulares, sin embargo, pueden parecer arbitrarios desde cualquier otra propuesta global y desde cualquier situación crítica de cambio. Un rasgo fundamental de la condición humana es, pues, la variabilidad y, por ende, la capacidad de adaptación.
En todas las culturas distinguimos también entornos de aprendizaje organizados, implícita y explícitamente, con la presencia de agentes socializadores y cuidadores, comportamientos fomentados y comportamientos sancionados, mecanismos de selección y transmisión de contenidos y habilidades culturales. En todos ellos existen expectativas, sentimientos y valores que los orientan y los organizan. Existen formas de organización social, en algunos pueblos, en las que todo el grupo y las actividades que lleva a cabo actúan como el entorno de aprendizaje infantil y otras, en las que diversos aspectos socializadores o partes diversas de esos aspectos se especializan, se segregan o se fragmentan, o incluso entran en contradicción. A lo largo de su ciclo vital, los grupos e individuos enculturados en un entorno concreto pueden pasar por situaciones de discontinuidad en sus experiencias psicoafectivas y de aculturación en los referentes culturales que originalmente aprendieron. Todo ello va conformando un bagage cultural, eventualmente transformado, que incluye también su autoimagen, su posición y las relaciones con otros. En resumen, hacer referencia a la cultura es pensar en términos de adaptación y de aprendizaje y, por lo tanto, es pensar dinámicamente en las posibilidades humanas. Sin embargo, aquello que pueden percibir nuestros sentidos en relación con otras culturas y, en parte, también con la nuestra, son conjuntos de normas, instituciones, significados y valores por medio de las prácticas y comportamientos recurrentes de grupos de personas. Tendemos a percibir como estático y cerrado algo que por definición tiene la capacidad de ser transformable.
Cultura, Culturas y Educación
Un ejemplo de la incomprensión fundamental del concepto de cultura que es especialmente grave se encuentra en el marco de la educación formal en nuestra sociedad, en la cual las instituciones educativas se han ido convirtiendo en la verdadera arena de contacto y confrontación minorías-mayorías. Y esta incomprensión actúa con mayor fuerza cuando se perciben como alteraciones dos tipos de circunstancias concretas en nuestro entorno: la nueva inmigración de apariencia inconfundible desde países pobres y, en parte con ella, los brotes crecientes y sistemáticos de racismo explícito (que nos recuerdan la vieja existencia, incómoda e inquietante, del pueblo gitano, forzado a los márgenes de nuestro sistema social). Se acude a la diferencia cultural como argumento desde el cual articular interpretaciones y respuestas a lo que se acaba conceptualizando como desorden, en las relaciones sociales y en el proceso educativo (tanto si se propone arreglarlo mediante la asimilación como cuando si se opta por contenerlo mediante la clasificación paralizadora).
*Profesora del Departamento de Antropología Social de la UAB
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