Políticos y empresarios defienden en Davos el aporte de los inmigrantes
«Lo que está fuera de control son las emociones, no la inmigración», dijo el presidente y director ejecutivo de Western Unión, Hikmet Ersek, durante una sesión del Foro Económico Mundial de Davos dedicada a esta cuestión.
«En este Foro, todos queremos que el dinero circule, que haya crecimiento económico, pero no que la gente cruce las fronteras», comentó el responsable de una de las mayores compañías internacionales dedicadas al envío de remesas.
Ersek recordó que el 40 por ciento de las compañías del mundo han sido creadas por inmigrantes, a los que caracterizó como personas con talento empresarial y cuyo potencial es bien aprovechado en muchos países.
En este sentido, resaltó que «es diferente ser un inmigrante en Estados Unidos y en la Unión Europea».
El primero -agregó- se ha construido con inmigrantes y allí «nadie pregunta a uno de dónde viene, sino qué hace».
El presidente del Parlamento Europeo, Martín Schultz, opinó que el problema de Europa con la inmigración tiene que ver con su incapacidad para gestionarla adecuadamente.
«El problema no es que la inmigración esté fuera de control, sino que no se sabe gestionar», insistió.
Schultz habló de la urgencia de que la Unión Europea cuente con un sistema legal de inmigración, «como lo tienen Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda o América Latina».
Sostuvo que, si se carece hasta ahora de ese sistema, es a causa de «políticos irresponsables que dicen que no se necesita y que crean temor».
Un sistema legal migratorio «no implica que todos pueden venir (a Europa), pero sí permitiría establecer cuotas anuales y saber cuántas personas pueden entrar cada año y cómo pueden ser distribuidas entre los países (comunitarios)», explicó.
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