Los estudiantes inmigrantes acortan distancias respecto a sus compañeros en Euskadi
El alumnado inmigrante acorta distancias con sus compañeros nativos respecto a su rendimiento, aunque la brecha persiste. Asimismo, la mayoría de los estudiantes vascos tiene reparos en hacer trabajos de clase con compañeros de otros países, rechazo que se acentúa en el caso de profesar otras religiones. En concreto, a menos de la mitad de los escolares de entre 9 y 10 años le gustaría trabajar en el aula con otros compañeros de origen inmigrante, resistencia que se reduce al 40% entre el alumnado de 15 años. Estas son las principales conclusiones del Informe de Resultados del Alumnado Inmigrante en Euskadi, elaborado por el Instituto Vasco de Evaluación en Investigación Educativa (ISEI-IVEI) a partir de los datos obtenidos en la Evaluación de Diagnóstico de 2013 (ED).
Además de una detallada descripción del estado de la cuestión (peso de este alumnado en la enseñanza, distribución por modelos y redes, situación socioeconómica y resultados) es la primera vez que el Gobierno Vasco mide la actitud hacia este colectivo dentro del contexto escolar entre los estudiantes vascos. La idea, señala el informe, es que aunque este grupo tiene los mismos derechos y obligaciones que el resto “el éxito de su integración no solo depende del cumplimiento de unas leyes, sino de la actitud de los miembros de la comunidad educativa”, así como de programas integrales y recursos. El informe confirma la mayor vulnerabilidad de este grupo de estudiantes en el que seis de cada diez inmigrantes tiene un nivel socioeconómico bajo, lo cual repercute directamente en sus resultados académicos. No obstante, lo positivo es que no se trata de una foto fija. Y es que el ISEI-IVEI revela que se ha producido una mejora de la puntuación del alumnado inmigrante de 4º de Primaria y que “ha sido constante desde 2009 a 2013, reduciéndose de forma importante las distancias respecto del alumnado nativo”.
Desde la evaluación de 2009 el rendimiento de los escolares inmigrantes ha aumentado 24,1 puntos en comunicación lingüística en castellano o los 24,3 puntos en comunicación lingüística en euskera, hasta la competencia matemática, donde ese crecimiento es menor, 8,2 puntos. En el caso de 2º de ESO la mejora también es “sustantiva” en euskera y castellano, pero no en matemáticas. En las dos primeras competencias la subida fue de 24,8 y 13,8 puntos, pero se produjo un ligero empeoramiento de 0,8 puntos en competencia matemática. El ISEI-IVEI dice que “las diferencias de puntuación en todas las competencias se reducen de manera apreciable cuando se detrae la influencia del ISEC”. Aun así, el rendimiento sigue siendo “significativamente más bajo en todas las competencias”. Por otro lado, el estudio afirma que “entre el alumnado inmigrante de 1ª y 2ª generación no se aprecian diferencias, sobre todo por el escaso porcentaje de alumnado de 2ª generación”. Además, muchos de estos estudiantes están uno o dos cursos por debajo del que les correspondería por edad: el 23% en Primaria y el 54% en Secundaria. Este retraso escolar no está solo motivado por la repetición de algún curso porque “ha podido producirse por una escolarización tardía o por dificultades en la adecuación entre los distintos sistemas educativos”.
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