La crisis dispara la pobreza infantil en Europa
Una de las más graves y preocupantes consecuencias de la actual crisis económica que vive Europa es haber disparado las tasas de pobreza y, de forma especial, entre los menores de 18 años.
Un reciente informe de Save the Children, una plataforma para la defensa y protección de los niños con representación en 120 países, reportó la existencia de 27 millones de menores en riesgo de pobreza o exclusión social en Europa.
En el estudio esa organización afirma que las secuelas de la crisis afectan sobre todo a los grupos más vulnerables, pero si en algún momento esa circunstancia es dramática, lo es más en lo referente a ese sector etario.
El texto explica que en los 28 países de la Unión Europea (UE), Noruega, Islandia y Suiza han sobrepasado los cálculos en la cifra de niños pobres, que solo entre 2011 y 2012 creció en medio millón.
Tal comportamiento refleja que la pobreza no se reducirá para 2020, tal como propone la estrategia europea que puso esa fecha para sacar al menos a 20 millones de personas del riesgo de pobreza y exclusión social.
Pero ocurre todo lo contrario, la brecha entre ricos y pobres se hace cada vez mayor, asegura el documento.
Esos alarmantes números aparecen en el informe Pobreza Infantil y Exclusión Social en Europa, de Save the Children, cuya directora y representante ante la UE, Ester Asin Martínez, asegura que la pobreza infantil es una realidad en todo el continente, «incluso en los tradicionalmente igualitarios países nórdicos».
Los datos expuestos difieren entre regiones, pues en las naciones nórdicas viven en riesgo de pobreza o exclusión social entre 12-19 por ciento de los menores, en Hungría y Letonia el porcentaje se coloca entre 35-41 por ciento, mientras en Bulgaria y Rumanía supera el 52 por ciento.
De acuerdo con esa alianza defensora de los infantes, si bien la causa de esa realidad es la crisis económica de los últimos años, es multidimensional, pues en él influyen los ingresos familiares, la falta de acceso a servicios fundamentales (alimentación, educación, salud, trabajo) y la falta de participación en eventos socioculturales de acuerdo a las edades.
Sobre esa base la Federación de Entidades de Atención y de Educación a la Infancia y la Adolescencia considera que una solución pasa por «la armonización de la política social de los 28 y la creación de un estado de bienestar único».
El presidente de esa institución, el español Jaume Clupés, es de la opinión que en los últimos años en el territorio comunitario se registra «un grave empeoramiento de la situación de la infancia a raíz de los duros recortes» y lamenta que estos hayan «socavado el acceso de los niños a recursos esenciales como la salud y la educación», lo que a su juicio se traduce en menores oportunidades.
Volviendo al estudio de Save the Children, resaltan algunos importantes datos sobre una situación que crece en el viejo continente:
- El 11 por ciento de los menores europeos vive en hogares que destinan más del 40 por ciento de los ingresos a gastos de la vivienda. En algunos países, el porcentaje es del 30 por ciento.
- El 13 por ciento de los niños abandona la escuela después del primer nivel de secundaria y no está en programas de formación u otros de educación. En algunos países, el porcentaje es del 25 por ciento, mientras que el 17 por ciento de los pequeños vive en casas con goteras en el techo, humedades en el suelo o marcos de ventanas podridos.
- Los niños cuyos padres tienen una intensidad laboral muy baja cuentan con un 56,7 por ciento más de probabilidades de estar en riesgo de pobreza o exclusión social.
A nivel mundial, desde Estados Unidos a la India, pasando por África o la mayor parte de los países de Asia, 570 millones de niños viven actualmente con menos de 1,25 dólares al día, según datos de la UNICEF, una realidad muy pocas veces presente en la agenda de foros y citas del G7 (las siete economías más avanzadas del planeta).
Artículo de Cira Rodríguez César.