Migración de cabotaje y sincretismo etnocultural en el circuito amazónico-platino
Trabajo del Profesor Eduardo R. Saguier, de la Universidad Nacional de Buenos Aires sobre la migración de cabotaje y su influencia en el desarrollo etnocultural:
I.- Introducción. Hipótesis historiográficas y análisis geológicos
En la historiografía política, económica y sociológica que debate el origen del subdesarrollo latinoamericano ha prevalecido una vieja y problemática hipótesis geopolítica que subestima la contradictoria realidad etnohistórica, hidrográfica y orográfica del continente y le resta fuerza a una conciencia común, a un destino manifiesto, y a un imaginario de expectativas transformadoras a construir entre todas las naciones de América Latina.
Esta vieja hipótesis, inspirada en José Martí -cuando elaboró Nuestra América- y en cierto determinismo geográfico (Ratzel, Mackinder), en la Escuela de los Anales, y en la obra de Fernand Braudel: Felipe II y el Mediterráneo, sostiene que a diferencia de Europa, que por contar con el Mar Mediterráneo, pudo despegar del atraso y el subdesarrollo y alcanzar altos grados de cultura y civilización (con la exclusión del Maghreb en la margen sur del Mediterráneo), Sudamérica en la América Latina, como el África, al carecer de mares interiores, con cursos de agua que comuniquen entre sí sus regiones más profundas, se han convertido en complejos archipiélagos políticos, demográficos y sociales, sin puentes, túneles ni viaductos pero poblados con múltiples Robinson Crusoes (últimamente tuve oportunidad de consultar fructíferamente la obra de Emil Ludwig sobre el Mediterráneo).
Estos archipiélagos están compuestos por islotes-naciones o ínsulas, entre sí incomunicadas en materia etnohistórica, geográfica, geopolítica, económica, cultural y lingüística, y transformados en inmensos cotos de caza donde prevalece en cada uno la endogamia, la corrupción y el atraso intelectual, científico y tecnológico. Por cierto, ese atraso se extiende a múltiples políticas en una diversidad de temas, tales como la etnográfica (estudios de las relaciones entre costa, sierra y selva), la geológica (estudios de suelos y lechos rocosos), la geomorfológica (estudios de relieve y topografía), la hidrográfica (estudio de cuencas, humedales, meandros, desecamientos, inundaciones, y vaguadas o thalweg), la socio-económica (globalización interior, reciprocidad en las redes sociales amazónicas, ver Hooper, DeDeo, et.al.), la geopolítica (dualismo geográfico), la demográfica (migraciones e hibridaciones internas hispano-lusitanas, guaraní-arawak), la lingüística (para la reconstrucción de identidades lingüísticas y para las difusiones lingüísticas, ver Hornborgy Hill, 2011), la ecológica (cultural, antropológica, sistémica, histórica), la etno-teológica (sincretismos chamánicos), la etno-botánica (farmacopea), la agronómica (meteorización química de nutrientes en suelos y plantas amazónicas, en Ibáñez, 2006), la diplomática, de relaciones internacionales y derecho internacional público (internacionalización de hidrovias), y la ingenieril hidráulica (canalización en istmos o varaderos y en humedales previniendo desecamientos, controlando inundaciones y erosiones y reteniendo sedimentos), centrales para la integración continental. En materia comunicacional, estos archipiélagos han obligado a implementar un costoso transporte marítimo costero de larga distancia entre dos océanos conectados sólo por el Cabo de Hornos, y más luego por el Canal de Panamá; y en el caso de África, por el Cabo de Buena Esperanza y más luego por el Canal de Suez; pero que perpetuaban sus mutuas y estériles rivalidades, chauvinismos, y sectarismos chamánicos.
Nuestro trabajo pretende entonces refutar las hipótesis etnográficas, geológicas e hidrográficas mencionadas, por cuanto en Sudamérica las relaciones entre la sierra y la selva fueron milenarias, al extremo de sostenerse que la población serrana no procede de Eurasia o la Polinesia sino de su interior amazónico. Y a semejanza de África, que posee en su interior grandes lagos (Chad, Victoria, Tanganyica) que son la naciente de los ríos Nilo, Níger y Congo, Sudamérica detenta al menos tres cuencas hidrográficas perfectamente conectables entre sí (la del Orinoco, el Amazonas y el Plata), separadas por cuatro macizos orográficos intermedios (macizos andino, charqueño, platino y guyanés) que operan entre sí como barreras o cuñas y cuyos orígenes arrancan desde hace millones de años. Viene al caso referir, geología histórica mediante, que hace diez o veinte millones de años, el Amazonas desembocaba en el Océano Pacífico, y que cuando un millón de años después; mediante choque, separación y deslizamiento de la placa tectónica de Nazca, emergió la Cordillera de los Andes, se fue formando simultáneamente una inmensa cuenca o mar interior (Than, 2006).