La caída de inmigrantes reduce un 13% los extranjeros en las aulas
Las aulas de muchos colegios madrileños están dejando de ser una torre de Babel. Los extranjeros representan en este nuevo curso un 10,6% (122.400 alumnos de un total de 1,15 millones), frente al 14% (139.900 de 1,08 millones) de hace apenas un lustro. Es decir, el número de escolares de origen extranjero se reduce un 13%, mientras crece el total de estudiantes en un 6%. Muchos foráneos han vuelto a sus países —545.000 dejaron España en 2013, según el Instituto Nacional de Estadística—, parte se nacionalizó, y los pocos recién llegados, sin papeles, son jóvenes que no han emigrado arrastrando a la familia.
Este es el quinto curso seguido —según las cifras ofrecidas por la Consejería de Educación— en el que el número de extranjeros mengua en las aulas de la región, la tercera con más estudiantes foráneos de España. La socióloga Rosa Aparicio, investigadora de la Fundación Ortega y Gasset-Marañón, insiste en que más que un éxodo masivo de inmigrantes, lo que ocurre es que la región solo recibe un pequeño goteo de extranjeros, no las oleadas de principios de 2000.
Los inmigrantes se concentran sobre todo en los colegios de titularidad pública. En estos centros representan el 14,5%, más del doble que en la concertada (6,3%) —sufragada con los impuestos de los ciudadanos— y tres veces más que la privada (4,8%), que acoge alumnos de países desarrollados de alto estatus económico. Hace un lustro, en la pública los inmigrantes suponían el 19,6%.
Las asociaciones de padres de la escuela pública y los sindicatos han criticado durante estos años de recortes la desproporción en el reparto de inmigrantes, lo que ha convertido en guetos educativos algunos colegios del sur de la capital. El Consejo de Europa pidió a España en 2011 que revisase el método de admisión “hasta lograr una distribución equitativa”.
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