Las maestras de la República vivieron la educación con vocación política
Sonsoles Sanromán es catedrática de Sociología en la Universidad Autónoma de Madrid. Hace unos meses publicó Una maestra republicana: el viejo futuro de Julia Vigre, libro en el que mezcla el ensayo histórico y la novela para hablar de una forma cercana de Julia Vigre, maestra republicana, represaliada y encarcelada. Una mujer que se convierte, casi, en estereotipo de las maestras durante la República: mujeres social y políticamente comprometidas que ven en la educación la llave el futuro.
¿Crees que Julia Vigre sirve como tipo, como resumen, de lo que fueron las maestras republicanas?
Pues sí. Elvira Ontañón, que firma uno de los prólogos del libro –el otro es de Salvador Giner– resalta que “Julia Vigre con este estudio entra en la Historia”. Este libro me ha llevado mucho tiempo, pero merece la pena si he contribuido a que entre en la historia.
En sus años de juventud tiene una militancia en varios frentes: FETE-UGT, Mujeres Antifascistas y la Unión de Muchachas. A los 14 años ingresa en FETE-UGT; se afilia muy joven, por decisión de su padre, al Partido Socialista; organizó desde el Círculo de Latina actividades para enseñar a los más pequeños teatro, pintura, etc. Emplea ya los métodos lúdicos defendidos en la Segunda República. Pertenece desde 1933 a la organización de Mujeres Antifascistas, declarada ilegal después de la revueltas de octubre de 1934, y que pasa a llamarse Organización Pro-infancia Obrera. En 1936 se sustituyó el nombre por el de Agrupación de Mujeres Antifascistas, vinculada a la CNT y a la Unión de Muchachas de las Juventudes Socialistas; llegó a ser responsable de la Revista Muchachas, que tuvo una labor asistencial clave en la retaguardia. En 1936, como secretaria del Círculo de Latina, colaboró con el Ministerio de Instrucción Pública y fue representante de la Agrupación Mujeres Antifascistas en Madrid elegida por el Partido Socialista.
Apodada “Alfonsina”, jugó un papel clave en la clandestinidad y en época de guerra. Dirigió mítines del Frente Popular en 1936. Formó parte del Comité Provincial de Mujeres Antifascistas en representación del PSOE, se incorporó al Comité de Abastos y perteneció al Comité del Círculo de Bellas Artes. Como secretaria del Círculo La Latina, organizó Colonias Infantiles.
En guerra tuvo un papel decisivo, como maestra y como activista en favor de la educación y de la mujer. En esa etapa ejerció en dos colegios. Y, mira tú por donde, fue la directora de uno de ellos quien la denunció.
Su protagonismo se acabó cuando le privaron de los derechos adquiridos en la Segunda República y la encarcelaron durante ocho años, aunque no dejó de luchar desde la cárcel y en la clandestinidad. Volvió a la lucha al salir de la cárcel en 1943. En 1945 la detuvieron de nuevo por haber escrito un artículo en 1944 en Tribuna Socialista y se firmó sentencia contra ella.
Los reconocimientos le llegaron después de su jubilación en 1983: fue elegida Presidenta de honor de FETE-UGT y de la Organización Socialista de La Latina; en 2000 recibió el II Premio José Prat, galardonada con la Cruz de Alfonso X El Sabio, etc.
¿Qué características tiene esta maestra republicana?
Fue líder en todos los sitios por los que pasó hasta su jubilación. Cursillista del 36, formada en los ideales de la República, pionera de la generación de mujeres que disfrutó de los derechos sociales, civiles y políticos. Su vida fue una lucha por recuperar lo perdido. Sufrió dos derrotas, cuando fue encarcelada: 1939-1943 y 1945-1947, pero no dejó de luchar. Julia fue una maestra importante en la lucha por los derechos de los cursillistas en la década de los 70.
Se presentó junto con Carlota Busteló como candidata el 9 de mayo de 1977, año de las primeras elecciones. Lideró la lucha por la igualdad de la mujer y el derecho a optar o no por la maternidad, así como el uso de anticonceptivos para que la mujer eligiera la maternidad. No dejó de luchar por el laicismo y llegó a formar parte de una liga que constituyeron las y los maestros de la República.
En aquellos años, ¿compromiso y magisterio eran separables?
No. Las maestras de la República, formadas en los ideales de cambio y regeneración social a través de la cultura, la coeducación, el laicismo, los métodos lúdicos y los derechos de la mujer, vivieron la educación con vocación política para constituirse en células de transformación en favor de los derechos sociales, políticos y civiles.
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