Así vulnera España los derechos de los niños inmigrantes
España no está cumpliendo con su obligación legal de proteger a los niños que llegan a su territorio, anteponiendo su condición de inmigrantes a la de menores de edad, según un informe de la ONG internacional ‘Save the Children’, que denuncia cómo estos niños permanecen invisibles ante la sociedad, las instituciones y las administraciones.
“No entendemos que las autoridades españolas primen más su condición de inmigrante que su condición de niño o niña. Tanto si llega a España un menor documentado como no documentado, exigimos que el Estado actúe sabiendo que se trata de un niño y que, por tanto, cualquier actuación que se lleve a cabo tiene que primar el interés del menor”, informa a RT Eulàlia Tort, del Departamento de Políticas y Sensibilización de ‘Save the Children’.
El informe, «Infancias Invisibles”, denuncia la situación a la que se enfrentan los menores extranjeros no acompañados, los niños refugiados y las niñas víctimas de trata con fines de explotación sexual.
Menores extranjeros no acompañados
Independientemente de si los niños llegan o no con documentación a España, su edad se verifica con una radiografía del hueso de la muñeca, una prueba muy cuestionada por organismos como Naciones Unidas o el Defensor del Pueblo. “Las autoridades españolas no reconocen la validez de sus pasaportes de origen y les practican estas pruebas de determinación de edad que, a menudo, han declarado como mayores de edad a niños que realmente no lo son”, denuncia Eulàlia.
Así, algunos niños que son menores según su documentación, no lo son para el Estado y, por tanto, los menores no tienen derecho a la educación o a la sanidad, entre otros, y se ven obligados a vivir en la calle, muchas veces de la mendicidad o la prostitución. Esta situación es muy frecuente en Melilla, donde la ONG ha realizado la mayoría de su trabajo de campo. En esta ciudad entre 20 y 60 niños duermen al raso todos los días, no están escolarizados y, a menudo, arriesgan sus vidas intentando cruzar a la península. Algunos de ellos no lo consiguen.
Esta situación de vulnerabilidad para los niños se ha convertido en algo tan habitual en las calles de la ciudad autónoma, que el propio consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, aseguró, a principios de esta semana, que todos los menores extranjeros no acompañados (menas) tutelados por la Ciudad están atendidos “adecuadamente” pero que no pueden cumplir totalmente la normativa porque la cifra de menas es demasiado elevada, según recogió el Faro de Melilla.
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