Jóvenes negras españolas nos cuentan sus peores casos de discriminación y acoso
Después del último reportaje que hice en el que recogía los testimonios de mis compañeros, me di cuenta de que faltaba la voz de las chicas negras que viven en España, que están sufriendo las mismas o peores situaciones que mis amigos hombres, ya que ellas sufren también la discriminación de género. Por eso hoy recojo aquí su visión y sus testimonios, la voz de las mujeres afro, invisibilizadas doblemente en nuestra sociedad.
Nair, 22, insultada por un profesor en la universidad
Nair, es una de las chicas de la Kwanzaa Asociación Afrodescendiente Universitaria de la UCM (primera asociación afrodescendiente en las universidades españolas nacida a finales de 2014 en las facultades de Políticas y Sociología), quien comenzó explicándome la situación de las mujeres de la comunidad afro y afrodescendiente en nuestro país.
Tras décadas de presencia afro en la sociedad española y con una cultura afro palpable en numerosos ámbitos de la cultura de nuestro país, cuyas raíces se remontan a la presencia musulmana en la Península Ibérica, la comunidad africana y afrodescendiente continúa invisibilizada. Invisibilizada en una sociedad racista y machista. Unas características sociales que a las mujeres afros nos atraviesan de los pies a la cabeza, porque como mujeres racializadas somos el primer objeto de racismo y machismo.
Replanteaos esto: si las mujeres blancas españolas sufren la violencia machista de forma continuada, imaginaos nuestra situación. Desde que nacemos tenemos que luchar por nuestra condición racial, pero también por el hecho de ser mujeres. A esto súmale tu orientación sexual, diversidades cognitivas o funcionales, tu condición socioeconómica o algo tan simple como el idioma.
En la actualidad, la sociedad española tiene reservado un espacio para las mujeres afro, es decir, tenemos que ser asistentas, dependientas, limpiadoras, cocineras o prostitutas. No les entra en la cabeza que podamos tener profesiones cualificadas. Un ejemplo: una conocida es abogada y es negra, y cuando iba a los juicios como defensora de un particular, el juez la confundía con la persona procesada en el delito. ¿Por qué? Es impensable para muchas personas la concepción de una abogada negra. Los medios de comunicación o la televisión tampoco son grandes aliados, no tratan de la misma forma la violencia que sufrimos. La imagen de la mujer afro como objeto exotizado está generalizada; pensad en las veces que habéis visto a una actriz afro en la televisión, ¿qué papeles interpretaba? ¿qué imagen quería transmitir?
Cansadas de esta situación decidimos organizarnos, compartir experiencias las unas con las otras. Te das cuenta de que no estás sola. Es más, como mujer afro mestiza que soy, sé que mis hermanas más oscuras sufren un racismo aún mayor del que sufro día a día.
¿Cuál ha sido nuestra solución? Empezar a empoderarnos, formando grupos feministas afros. Porque incluso en los grupos feministas españoles formados por personas blancas nos hemos sentido discriminadas. Por más que lo pretendan, no nos representan, no sufren nuestras opresiones, no se pueden poner en nuestra piel.
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