Expertos alertan de que la jornada continua perjudica al alumnado con menos recursos
«Con el sistema actual, el modelo que se plantea amplifica los problemas más que solucionarlos». La conclusión, referida a la jornada continua escolar, procede del trabajo que ultiman los sociólogos de la Universitat de València Sandra Obiol y Daniel Gabaldón, y sirve para sintetizar la conferencia organizada el jueves en el Ceip Mestalla de Valencia. La mayoría de asistentes eran padres y madres con el afán de conocer posturas distintas a las que pueden leer en los proyectos que votarán en sus colegios el 4 de abril, que se centran en las bondades del nuevo modelo intensivo.
La coautora del estudio compareció junto al presidente del colegios de Pedagogos y Psicopedagogos de la Comunitat, Enrique Castillejo, el director de Magisterio y colaborador de LAS PROVINCIAS, Pablo Rovira, y Màrius Fullana, presidente de Fampa València, la federación mayoritaria de la provincia.
En su exposición, Obiol habló de carencias, como que aumenta la desigualdad, reduce los tiempos efectivos de aprendizaje y eleva la fatiga y se adapta peor a los ritmos cronobiológicos de los niños. La propuesta que plantean pasa por un modelo flexible -con más tiempo para pausas y apoyos para alumnos con necesidades- y progresivo, donde la carga lectiva evoluciona con la edad.
La experta desgranó algunos de los aspectos que han abordado basándose, según explicó, en la literatura científica sobre la materia. Puso énfasis en la cuestión de las desigualdades. Desde su punto de vista la modalidad propuesta, que concentra las actividades lectivas en horario de mañana, hará que sea más determinante «la situación laboral de las familias, y por tanto su nivel socioeconómico, o el hecho de tener una red familiar sólida». Incluso lamentó que contribuya a intensificar las desigualdades de género.
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