Si un profesor no conecta con sus alumnos, ¿es un mal docente?
¿Existen profesores buenos o malos? Durante la vida estudiantil, tanto en el colegio como en la universidad, la interacción maestro-alumno y su relación con el aprendizaje puede ser una experiencia maravillosa en algunos casos, pero también desafortunada, en otros. ¿De qué puede depender el éxito de esta relación? Sin duda, coexisten muchos factores, sin embargo, uno de los más relevantes es la imagen o percepción mutua que existe entre la simbiosis docente-alumno.
Esta es una de las conclusiones a las que han llegado investigadores del departamento de Educación de la Universidad de Concordia (Montreal, Quebec) en un reciente estudio, llevado a cabo gracias a la comunidad virtual Reddit, una red social que abarca infinidad de materias en las que los usuarios agregan sus opiniones sobre noticias o temas específicos.
La investigación se ha basado en el análisis de 600 entradas publicadas entre 2009 y 2015 en las que los participantes debatieron, de manera anónima, sobre las características sobre que era para ellos un buen o mal maestro. Y una de las conclusiones a las que han llegado ha sido que la comprensión que se tiene de los docentes y de su forma de transmitir una materia, se basa en los valores personales, educativos y, posiblemente, en nuestra compresión particular de género.
Según sus autores, se demuestra que los estudiantes tienen diferentes estilos de aprendizaje y personalidades y que responden de manera diferente a los profesores en base a sus propias necesidades y perspectivas. Frente a esto, el doctor en Psicología y director del Grado en la Universidad de Antonio de Nebrija en Madrid (UAN), Juan Carlos Rodríguez, asegura que lo primero que habría que plantearse es qué significa ser un buen profesor. “Para los alumnos un buen docente puede ser aquel que además de dominar la materia, muestra entusiasmo en clase, tiene relaciones cordiales con los estudiantes y además comunica de forma correcta. A este respecto, un profesor con estas características puede influir de forma positiva en el aprendizaje de sus alumnos”, comenta. Sin embargo, supone esto que si la personalidad de un profesor no comulga con la de un alumno, este, ¿estaría condenado a la frustración académica?
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