Día internacional de la no violencia
Es importante que en un día como hoy, y tras las terribles imágenes de violencia hacia la población civil en distintos centros educativos de Cataluña, en las calles y plazas; reflexionemos como adultos y ayudemos a nuestros niños, niñas y jóvenes a comprender el camino de la no violencia. Los adultos y la “clase política” no estamos haciendo bien las cosas. En un discurso vacío desde la palabra decimos que no es forma de resolver los conflictos entre compañeros la agresión y la pelea, pero luego actuamos como lo hicimos ayer. ¿Cómo explicaremos los cristales rotos en los colegios, las imágenes de personas de cualquier edad lanzadas con una violencia extrema al suelo o por las escaleras para vaciar los espacios o disuadir de la resistencia pacífica, las imágenes de personas golpeadas… ¿Cómo vamos a hacerlo?
Pues tendremos que ponernos a ello, reconocer nuestros errores y que todos y todas necesitamos seguir aprendiendo; precisamente hoy día 2 de octubre, Día Internacional de la No Violencia, aniversario del nacimiento Mahatma Gandhi. Por supuesto no basta con la palabra sino es necesario demostrar con un compromiso claro, y lo más importante con hechos. Nuestros niños y niñas aprenden de lo que ven, no de lo que oyen.
Tendremos que hablar y practicar la democracia, el rechazo absoluto a la violencia, mostrar la necesidad de convivencia por el bien común. También deberemos enseñar la importancia que a lo largo de la historia ha tenido la utilización de las distintas formas de no violencia para lograr el reconocimiento de los derechos humanos y sociales y el cambio social basado en una verdadera justicia.
Tendremos que contarles y demostrarles, que pese a lo que ayer ocurrió en Cataluña, el principio de la no violencia tiene una relevancia universal y que “la no violencia es la mayor fuerza a disposición de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más poderosa concebida por el ingenio del hombre”, tal como entendió y práctico Gandhi.
La Acción No Violenta a menudo ha sido descrita como la política de la gente común, y el profesor Gene Sharp, líder teórico de esta filosofía, la definió como: Una técnica por medio de la cual las personas que rechazan la pasividad y la sumisión pueden llevar adelante su lucha sin violencia. La acción No Violenta no es un intento por prevenir o ignorar el conflicto. Es una respuesta al problema de cómo actuar efectivamente en política, especialmente cómo ejercer el poder de manera efectiva. Desde esta perspectiva, la obtención de los logros en la lucha social es posible porque considera que el poder de los gobernantes no es eterno ni indestructible sino que depende del consentimiento de la población. La acción no violenta busca disminuir ese poder, cuando considera que se ejerce injustamente, retirando el consentimiento y la cooperación. Se trata de una opción alternativa que pretende «humanizar» la sociedad. Existen tres categorías principales de acción no violenta: Protesta y persuasión, incluyendo marchas y conmemoraciones; No-Cooperación o Desobediencia Civil y la Intervención no violenta, como bloqueos y ocupaciones.
No podemos, ni debemos esperar más; eduquemos para la No Violencia. Por desgracia hemos avanzado poco en nuestro camino hacia la paz, pero no podemos rendirnos; el futuro está en las manos de nuestro alumnado, y la educación de nuestro alumnado está en nuestras manos. Que mejor que hacer este camino recordando las palabras de María Montessori: “Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz, la gente educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para cooperar y ser solidarios unos con otros, ese día estaremos educando para la paz”.
Eva Martínez Ambite