16 de noviembre, Día Mundial de la Tolerancia
En 1995, los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) adoptaron una Declaración de Principios sobre la Tolerancia. La Declaración afirma, entre otras cosas, que la tolerancia no es indulgencia o indiferencia, es el respeto y el saber apreciar la riqueza y variedad de las culturas del mundo y las distintas formas de expresión de los seres humanos. La tolerancia reconoce los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los otros. La gente es naturalmente diversa; sólo la tolerancia puede asegurar la supervivencia de comunidades mixtas en cada región del mundo.
La Declaración describe la tolerancia no sólo como un deber moral, sino como un requerimiento político y legal para los individuos, los grupos y los estados. Sitúa a la tolerancia en el marco del derecho internacional sobre derechos humanos, elaborados en los últimos cincuenta años y pide a los estados que legislen para proteger la igualdad de oportunidades de todos los grupos e individuos de la sociedad.
La injusticia, la violencia, la discriminación y la marginalización son formas comunes de intolerancia, no solo a nivel de conducta individual, sino que también en demasiadas ocasiones son el resultado de prácticas de discriminación y racismo institucional.
Desde FeSP-UGT consideramos que, hoy más que nunca, es prioritario llevar a cabo los compromisos y acciones asumidos en la Declaración. La situación de crisis económica y sus efectos en el incremento de la desigualdad social y de la exclusión, y en el aumento del miedo y sentimiento de amenaza que experimenta la población, (que se expresa en un mayor rechazo hacia las minorías y grupos -con los que se supone se ha de competir por el empleo, los recursos socio-económicos o los servicios-), determina la necesidad de incrementar los esfuerzos para luchar contra la discriminación y todas las formas de intolerancia. La exclusión social y económica conduce, como ya ocurrido en otros momentos históricos, a la frustración, la hostilidad, el fanatismo y el radicalismo.
El fomento y defensa de la tolerancia a nivel del Estado exige que haya justicia e imparcialidad en la legislación y en la aplicación de la ley. Exige también que toda persona pueda disfrutar de oportunidades económicas y sociales en igualdad, y tener garantizadas y cubiertas las necesidades básicas, esto es, garantizar los derechos sociales y económicos reconocidos en la Constitución; y que tal y como observamos han sido y siguen siendo recortados, con consecuencias muy graves para el mantenimiento de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas y para la cohesión social. Todo esto está contribuyendo a crear tensiones sociales que se manifiestan en la intolerancia.
Con respecto al ámbito educativo, tal y como se reconoce en la investigación y normativa internacional y nacional, es el elemento fundamental de toda sociedad para facilitar el diálogo intercultural, la transmisión de valores democráticos, y la transmisión de aptitudes para la tolerancia. En este sentido debemos valorar como están afectando y lo harán en el futuro los recortes en materia de educación. Dichos recortes van acompañados de medidas que definen un modelo de la escuela que está muy lejos del modelo basado en la igualdad de oportunidades y del reconocimiento y apoyo a la diversidad.
Por nuestra parte como contribución a un modelo educativo inclusivo, en el que creemos y defendemos, presentamos a continuación algunas de las acciones desarrolladas para trabajar con el alumnado y profesorado la tolerancia y no discriminación, y contrarrestar las influencias que conducen al temor y la exclusión de los demás, ayudando al alumnado a desarrollar el pensamiento crítico y el razonamiento ético.
- Programa Aula Intercultural, en funcionamiento desde el año 2002, con el objetivo de facilitar la formación de profesorado, la elaboración de herramientas y materiales didácticos e investigaciones para tratar la atención a la diversidad.
- Campaña de sensibilización “Stop Racismo: educar para encontrarnos, educar sin exclusión” mantenida desde el año 2014, desarrollada a través de talleres educativos en el aula con alumnado de primaria y secundaria y con el objetivo de formar al alumnado en actitudes y valores que ayudaran a compartir la vida desde el respeto, la igualdad, la autonomía y el reconocimiento mutuo.
- Programa de sensibilización dirigido a jóvenes y profesorado Somos Más, Con el fin de que el alumnado aprenda a utilizar Internet con responsabilidad, comprometiéndose, con los valores de respeto y diversidad, así como en la eliminación del discurso del odio y la radicalización. Toda la información sobre el programa puede encontrarse y descargarse desde la web.