6.000 niños necesitaron ayuda por problemas graves de acoso cibernético y adicción
Casi 6.000 menores tuvieron que ser atendidos por psicólogos, abogados o trabajadores sociales al detectarse que sufrían un problema serio de ciberacoso o de adicción a las nuevas tecnologías. Así lo indica la Fundación Anar, la entidad referente en ayuda a los menores, que en el año 2016 recibió más de 44.000 llamadas de niños que requerían asesoramiento en relación al uso que hacían o que otros hacían de las nuevas tecnologías.
La Fundación Anar lleva años insistiendo en que el uso de los smartphones por parte de los menores sin control de los padres está incrementando los problemas de acoso, a los que hay que sumar los de la adicción, cada día más frecuentes y más numerosos. Y es que siete de cada diez niños de 12 años ya tiene un teléfono móvil con conexión a internet, a los 14 años, casi el 93% lo tienen.
“Las nuevas tecnologías son un arma muy peligrosa para el acoso escolar; insultan, se burlan, difunden rumores o publican contenidos ofensivos en relación a la propia víctima o a su familia, o suplantan su identidad”, indican desde la entidad. Pero también la dependencia. Existe un problema de adicción cuando tener la cabeza encima del móvil coarta otras actividades del niño, cuando se reduce su vida social o ésta sólo se da a través de las nuevas tecnologías.
Los datos del Teléfono ANAR, que empezó en 1994 y ha recibido ya más de cuatro millones de llamadas, confirman que las nuevas tecnologías han contribuido al aumento de problemas como la anorexia, bulimia, sexting, grooming (abuso sexual a través de la red), ciberbullying, violencia de género e incluso se han detectado un aumento exponencial en los últimos cuatro años de las autolesiones, ideaciones e intentos de suicidio en adolescentes. Pero, como reconocen desde este organismo, estas tecnologías han llegado para quedarse y, lo que hay que hacer, es aprender a convivir con ellas, porque tienen una parte muy positiva.
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