Educar a los niños en el “Yo puedo”
Kiran Bir Sethi lo tiene claro: en la escuela hay que aprender a cambiar el mundo. ¿Cómo? La propuesta de esta educadora india es Design for Change, un movimiento que fomenta la creatividad y la iniciativa de los niños para resolver problemas de su entorno, y que en la actualidad, está presente en más de 60 países. Sethi es también la fundadora de la escuela Riverside, allí hace crecer a sus pequeños exclamando ¡Yo puedo! Por supuesto, al ritmo de Bollywood.
«Cuando la gente me pregunta: “¿A qué te dedicas?”, a mí me gusta decir que cada día toco el futuro porque trabajo con niños. Pero lo único que he aprendido de todos mis años como profesora, es que les hemos estado mintiendo a todos los niños. Les hemos dicho que ellos son el futuro, que un día serán mayores y harán del mundo un lugar mejor. Y lo que he aprendido es que no son el futuro. Son el presente, el ahora.»
«Hola. Bueno, gracias por venir para escuchar esta historia. Me llamo Kiran Bir Sethi. Soy de India. Yo estudié para ser diseñadora. Me lo pasaba pipa diseñando restaurantes, identidades corporativas y parques temáticos. Entonces, hace veintiséis años, me convertí en madre. La primera vez que tuve a mi hijo en mis brazos, me enamoré. Miré a mi hijo a los ojos, y recuerdo que le dije: “Te voy a prometer una cosa. Te prometo que serás amado, que todos conocerán tu nombre, y que todos sabrán lo maravilloso que eres”. Y, después, entró en el colegio.»
«Solo tenía cinco añitos cuando entró al colegio. Y yo pensaba: “Qué bien, todos lo adorarán tanto como yo. Los profesores lo adorarán, sus amigos lo adorarán, todo irá bien”. Y un día fui al colegio y le dije a su profesora: “Hábleme de mi hijo. ¿Qué le gusta hacer en clase? ¿Quiénes son sus amiguitos?”. Y ella me miró con cara de aburrimiento y me preguntó: “¿Cuál es su número de lista?”. Y yo pensé: “¡Madre mía, mi hijo ni siquiera tiene un nombre! Se ha convertido en un número. Una estadística más de la cantidad de niños indios escolarizados”. Y entonces me di cuenta: “No hay forma de que nadie entienda quién es mi hijo”. ¿Y qué iba a hacer yo?»
Leer el artículo y ver la entrevista en El País.