¿Cómo ayuda la tecnología a la inclusión en las escuelas?
Ya sabemos que la transformación digital está cambiando todos los aspectos de nuestra vida y nuestra sociedad. Hasta ahora no solo ha cambiado la tecnología y el mundo del trabajo, sino que también está llamada a cambiar la educación. Pero este progreso no puede entenderse si no utilizamos estas herramientas para cubrir necesidades que nuestra sociedad tiene desde hace tiempo.
No hace tantos años de la primera vez que en la educación se comenzó a tener en cuenta las necesidades que pudieran tener algunos colectivos de alumnos. Hasta el momento siempre se había optado por un modelo estandarizado más excluyente que el que puede encontrarse hoy en día. Pero la exclusión de los colectivos vulnerables de la educación no son señal de progreso.
Precisamente las tecnologías que se han desarrollado en los últimos años pueden ayudar a combatir esta exclusión que se ha vivido hasta el momento. A través de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) se puede facilitar la transmisión de los conocimientos adaptados a las necesidades y carencias del alumno.
Acercar el aprendizaje y la realidad utilizando estas tecnologías puede hacer que su formación sea completa y más fácil de asimilar. Además exige que el docente se implique más en el método de aprendizaje.
Pero aunque el uso de las tecnologías en esta educación inclusiva debe hacerse de forma positiva hay espacio para el error. Si a la hora de diseñar estos nuevos modelos no se tienen en cuenta las particularidades de algunos de los posibles beneficiarios podrían pasar de ser modelos inclusivos a modelos discapacitadores.
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