La educación es el destino
Las clases medias están huyendo de servicios públicos fundamentales como la educación y la sanidad. De continuar esta tendencia, podrían acabar siendo circuitos de beneficencia más que servicios esenciales para el ejercicio de la ciudadanía moderna. Por la razón que ahora diré, la permanencia de las clases medias dentro de estos servicios públicos es esencial para evitar este deterioro.
El deterioro de la educación no solo perjudica a los más débiles: trae una sociedad más clasista, una política más polarizada y una democracia más aristocrática. La economía también sería menos innovadora y productiva. Pregúntense por qué Francia es el país del mundo con mayores niveles de productividad de sus trabajadores. La respuesta está en la elevada calidad de su educación pública, igualitaria, universal y gratuita.
La evidencia de que se está produciendo esta huida de las clases medias es más clara en esta época del año cuando las familias han de escoger la guardería o la escuela para sus hijos. Esta elección es muy importante en la vida de los niños y niñas porque determinará muchas cosas de su trayectoria vital y profesional futura. De hecho, la educación es el destino.
Desequilibrio social
El estrés que veo en las familias a la hora de escoger escuela se debe a un hecho cada vez más evidente: la segregación escolar. Segregación entendida como el desequilibrio social que se está produciendo entre centros educativos de un mismo barrio o municipio. Antes esa segregación tenía lugar entre la escuela privada y la pública. Pero ahora se está produciendo en el interior de la escuela pública como consecuencia de que las clases medias huyen de esta segregación y buscan las mejores guarderías y escuelas para sus hijos fuera de sus barrios.
El resultado es que hoy hay más segregación por clase social en la escuela que en los barrios y municipios. Una segregación que es fundamentalmente socioeconómica, tal como muestra el informe del Síndic de Greuges sobre esta cuestión. Según esta fuente, Catalunya, junto con Madrid, es la comunidad autónoma española donde más aumenta la segregación.
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