“Equidad educativa en España”: una aproximación a las diferencias regionales
El objetivo del estudio, elaborado por las economistas Gabriela Sicilia y Rosa Simancas, es realizar un análisis comparado a nivel regional del sistema educativo español, aportando nueva evidencia acerca del nivel de igualdad y equidad educativa de cada una de las Comunidades Autónomas de España. Esto es posible gracias a que en la última edición del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (Programme for International Student Assessment, PISA), que tuvo lugar en el año 2015, todas las comunidades españolas participaron con muestra regional ampliada con el fin de poder contar con resultados representativos a nivel regional.
La equidad educativa ocupa un lugar central en el debate público y representa una de las mayores preocupaciones de los gobiernos actuales. Un sistema educativo se considera equitativo cuando es capaz de atenuar las desigualdades socioeconómicas existentes en la población, de tal forma que ofrezca a los estudiantes igualdad de oportunidades en el acceso a una educación de calidad y les garantice que su rendimiento académico vendrá determinado por su esfuerzo y capacidad, independientemente de su contexto social, económico y familiar.
Cabe mencionar que, si bien los conceptos de igualdad y equidad educativa han sido utilizados en diversas ocasiones de forma indistinta, no son términos equivalentes. La desigualdad educativa implica dispersión en los resultados académicos, y por tanto, no es necesariamente un aspecto negativo del sistema educativo, siempre y cuando estas desigualdades se expliquen por diferencias en dichos niveles de capacidad, interés y/o de esfuerzo de los estudiantes. Por el contrario, hablaríamos de inequidad del sistema educativo si las diferencias en las circunstancias socioeconómicas de los alumnos fueran las causantes de tal dispersión.
Es importante tener presente esta diferenciación, ya que las políticas educativas que se requieren para reducir las desigualdades y las inequidades no necesariamente coinciden, e incluso en algunos casos, pueden operar en direcciones opuestas. De hecho, una de las conclusiones que se apuntan en el trabajo es la complejidad de medir tanto la igualdad como la equidad, ya que los resultados pueden variar según los indicadores considerados.
Así, en primer lugar, como medidas de desigualdad se estiman la desviación estándar de los resultados en ciencias, la ratio entre diferentes percentiles de la distribución de resultados y la pobreza y excelencia educativa. Por otro lado, para medir la equidad se estiman la influencia del nivel socioeconómico tanto en la media como a lo largo de la distribución de los resultados en ciencias, la diferencia en términos de pobreza y excelencia educativa existente entre los cuartiles inferior y superior de la distribución del nivel socioeconómico y la resiliencia. En última instancia, el objetivo de este análisis comparativo es proporcionar una descripción más completa de la realidad regional actual, aportando evidencia valiosa para el diseño de la política educativa.
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