El nivel formativo de las familias influye en la vida académica y laboral de los hijos y las hijas
El nivel formativo de los progenitores constituye un factor que condiciona el desarrollo académico y laboral de los hijos e hijas, especialmente en España, según el informe Education at a Glance 2018 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que analiza anualmente la evolución de los sistemas educativos de los 36 países que integran la entidad y asociados.
En su nueva edición, publicada el martes pasado, el estudio expone que en España no existe una movilidad intergeneracional ascendente en el nivel educativo de los hijos de padres con un bajo nivel de formación.
Así, el 55% de los jóvenes españoles cuyos progenitores no han alcanzado el nivel de Secundaria Superior (equivalente a Bachillerato o una formación de Grado Medio), tampoco logran obtener ese nivel formativo y, por ende, tienen menos probabilidades de realizar estudios superiores. Se trata de una «trampa intergeneracional», según la OCDE, que conlleva «altos niveles de desigualdad de ingresos dentro del país».
Asimismo, las cifras del informe destacan que el 34 % de las personas de 25 a 34 años en España no ha obtenido el Bachillerato o un Grado Medio, frente al 15% de media en los 36 países miembros de la OCDE.
«Aunque el rendimiento educativo se ha incrementado considerablemente en una década, las personas cuyos padres tienen un bajo nivel de educación gozan de menos probabilidades de participar en programas de educación desde la primera infancia, de finalizar la educación Secundaria Superior y de avanzar a niveles educativos más altos«, reza el informe.
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