Rodríguez Torres: «Hay montones de micromachismos en el currículo educativo»
Fue en 2007 cuando, trabajando en mi tesis sobre las TIC, me planteé ser feminista y me hice feminista, porque vi la necesidad de investigar en ese campo. Las tecnologías tienen género masculino, y ese capítulo fue de los más valorados por el tribunal. Hay defectos en el sistema educativo y formativo y me planteé la radical igualdad de hombres y mujeres. Hace falta un cambio cultural, de organización, de gestión… Y recurro a que la educación siempre tiene un carácter moral que exige un compromiso de futuro a los profesionales”. Quien así habló es Javier Rodríguez Torres, profesor de Didáctica y Organización Escolar del departamento de Pedagogía de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), en su ponencia “Educación y género”. Ojo a lo que dijo sobre los micromachismos en la educación…
Es parte del testimonio que narró a los cerca de 300 estudiantes que se dieron cita en la UCLM durante la II Jornada “Soy Mujer”, que encastillalamancha.es organizó el jueves 14 de marzo y en la que actuaron como colaboradores el Instituto de la Mujer de la Junta de Comunidades, la Diputación de Toledo, el Ayuntamiento de Toledo, la UCLM y el Colegio de Enfermería de Toledo.
Rodríguez Torres participó en la segunda mesa, denominada “Avanzando en la igualdad”, en la que compartió experiencias junto a Charo Navas, directora provincial del Instituto de la Mujer de Toledo; Noelia Martín, vicedecana de la Facultad de Enfermería; Ana Carretero, vicerrectora de Estudiantes y Responsabilidad Social y doctora en Derecho; y Rocío Baquero, profesora de la Facultad de Ciencias Ambientales. Mesa que moderó Mar G. Illán, directora de este periódico.
Educación que tuvo como referencia “el artículo 14 de la Constitución. De ahí parto, y de la ley de igualdad efectiva para mujeres. Me tengo que comprometer a favor de la igualdad y empiezo a trabajar con compañeros, además de que hay gente que me anima a meterme en una asociación de mujeres investigadoras”.
Micromachismos, los pelos de punta, el modelo de la casita…
Y fue entonces, como docente, “cuando me doy cuenta de lo desastroso que es el currículo educativo. Un auténtico desastre, y nadie se da cuenta de ello. Que es, además, con lo que aprenden nuestros alumnos. Porque hay montones de micromachismos, no respetan nada con referencia al género, hay textos donde todos los referentes son masculinos, hasta los anatómicos, no ves un cuerpo femenino en un libro de anatomía. Y pienso… ¿Pero esto de qué va? Es más, el referente de la evolución humana siempre es masculino en cualquier libro de Ciencias, nunca femenino”.
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