Un joven inmigrante extutelado por la Generalitat se suicida tras ser expulsado del centro de menores
Un joven inmigrante extutelado por la Generalitat de Cataluña se suicidó la semana pasada en Barcelona tras ser expulsado del centro de menores donde se encontraba. Según el abogado Albert Pares, el joven tuvo que abandonar la institución tras someterse a una prueba ósea que determinó su mayoría de edad. Los Mossos d’Esquadra encontraron su cuerpo, hacia las dos de la tarde del pasado 7 de noviembre, en el río Anoia. La hipótesis que manejan los agentes es que se lanzó desde un puente en Igualada, una localidad a 60 kilómetros de Barcelona.
El chico se llamaba Omar y era originario de Guinea. Tal y como avanzó El Periódico de Catalunya, llegó a Cataluña hace unos seis meses. En el primer semestre del año, según la Generalitat, llegaron a Cataluña 1.130 jóvenes migrantes solos. «Es el típico caso de chico que llega sin pasaporte y le tienen que hacer las pruebas de determinación de edad», explica Albert Pares, abogado de la asociación Noves Vies, especializada en atender a acompañar al colectivo de menores y jóvenes migrantes que viajan solos. La Generalitat de Cataluña asumió su tutela mientras esperaba las pruebas de edad y lo trasladó a un centro de menores en Igualada.
La edad del joven inmigrante que llega solo y sin documentación es importante. Para él y para la Administración. Si se determina su mayoría de edad, es tratado como un inmigrante irregular; si es menor, la Administración tiene que asumir su tutela y hacerse cargo de él. La técnica usada para certificar la edad de estos jóvenes, sin embargo, es muy controvertida. Se trata de un procedimiento que estima la edad en función de la madurez ósea y la mineralización dental, pero el método «está sujeto a grandes márgenes de error«, admite un estudio publicado en la Revista Española de Medicina Legal.
Omar pasó seis meses en el centro de Igualada, según las fuentes consultadas. Tenía una buena actitud y era «colaborativo», aunque arrastraba las secuelas psicológicas del proceso migratorio. Su salud mental se resintió aún más cuando las pruebas óseas determinaron que era mayor de edad. El joven dejaba de estar tutelado por la Generalitat y tenía que abandonar el centro. Según Pares, una familia estaba dispuesta a acogerlo en Igualada, pero la mochila de sufrimiento que llevaba a sus espaldas pudo más y el joven murió por suicidio.
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