Los elogios aumentan la concentración de los alumnos
Las palabras elogiosas tienen un mayor efecto en el rendimiento de los alumnos que la reprimenda constante. Un equipo dirigido por el psicólogo Paul Caldarella, de la Universidad Brigham Young, ha constatado que los niños de las clases en las que el profesor profería halagos con mayor frecuencia se concentraban más en la actividad que debían realizar. La capacidad de atención y concentración de los escolares aumentaba hasta en un 30 por ciento, afirman los autores en Educational Psychology.
A lo largo de tres años, los investigadores analizaron el rendimiento en clase de más de 2.500 alumnos con edades comprendidas entre los 5 y 12 años de 19 colegios de Estados Unidos. Los investigadores definieron el elogio como una indicación verbal de aprobación ante el comportamiento del estudiante, más que el reconocimiento de una respuesta correcta. La reprimenda se definió como la desaprobación verbal (un regaño o una amenaza) en respuesta a una conducta inapropiada.
Retroalimentación positiva
Mediante un cronómetro, registraron cuánto tiempo trabajaban los niños en una actividad sin que les interrumpiera el alboroto de los compañeros de clase. A continuación, relacionaron los elogios y las reprimendas con la capacidad de concentración de los niños. ¿Resultado? Cuanto más a menudo un maestro alababa a los alumnos, más tiempo se concentraban estos en su tarea. En concreto, en las clases donde la cantidad de elogios había sido más alta que la de las reprimendas, los escolares pasaban entre un 20 y un 30 por ciento más de tiempo atendiendo las explicaciones del profesor o centrados en una actividad comparación con los alumnos de las aulas donde la proporción de elogios era más baja que la de los reproches.
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