Una investigación de la ULE alerta del creciente «racismo de baja intensidad»
La revista ‘RISTI‘ (Revista Ibérica de Sistemas e Tecnologias de Informaçao) ha publicado recientemente un trabajo realizado por el equipo denominado «Investigación educativa y Justicia Social» de la Facultad de Educación de la Universidad de León (ULE), bajo la dirección del profesor Enrique Javier Díez Gutiérrez, que refleja la visión que tiene la comunidad educativa sobre la educación intercultural, a través de entrevistas en grupo realizadas a los encargados de su gestión y de la convivencia de los Institutos Secundarios de León. Además, y a partir de los resultados, se ha desarrollado un proyecto de educación intercultural crítica, que pretende «ir más allá de la integración hacia la construcción de una ciudadanía común».
La investigación ha sido financiada por el Ayuntamiento de León, junto con el Ministerio de Trabajo e Inmigración y la Junta de Castilla y León, y se ha centrado en las prácticas, herramientas y estrategias de educación intercultural que se están aplicando en todas las escuelas secundarias de la ciudad, y los resultados que están obteniendo para una mejor convivencia e integración de los estudiantes.
El trabajo muestra que el proyecto de interculturalidad en la educación está influenciado por el modelo de ciudadanía que se está construyendo. A este respecto Enrique Javier Díez alerta sobre el ‘racismo de baja intensidad’, y explica que «en el actual contexto de crisis económica y social en Europa, el fantasma de la xenofobia resurge por toda la geografía europea». «Gobiernos conservadores, socialdemócratas y ultraderechistas compiten por blindar fronteras e incrementar políticas de rechazo a la migración. Son otros de los grandes olvidados en esta crisis del coronavirus, hacinados y sin agua en los nuevos campos de concentración, a las puertas de Europa», añade.
Los resultados de no asumir que «vivimos en una sociedad mestiza»
El artículo publicado en la revista RISTI analiza la situación que viven la mayor parte de las familias y el alumnado migrante que pueblan los centros y las aulas. «A pesar de las declaraciones y propuestas sobre educación intercultural de documentos y programas educativos, -explica Enrique Javier Díez-, se torna cada vez más difícil ponerla en práctica, cuando el racismo institucional se plasma en las normas y las políticas que marcan las reglas de juego de la convivencia social, consolidando así lo que se ha denominado racismo de baja intensidad».
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