El drama de los menores tutelados durante la pandemia: sin test y con educadores bajo mínimos
La crisis de la Covid-19 está afectando a los sistemas sanitarios y a la actividad económica de medio mundo, pero con algunos colectivos el impacto de la pandemia es doble.
Los niños y niñas bajo tutela en centros de protección representan uno de los principales grupos vulnerables que se están viendo perjudicados por la emergencia del virus, y no disponen ni de test ni de material sanitario para que ellos y los educadores que les cuidan puedan protegerse.
En España, según el Observatorio de la Infancia, la cifra de menores en protección en acogimiento residencial, es de 21.238 atendidos en 1.104 centros. Estos niños están a cargo de la Administración y de las entidades colaboradoras que gestionan más del 80% de estos hogares. Una de estas entidades de referencia es la Asociación Nuevo Futuro que alerta de que se han producido un 15% de bajas de los educadores que atienden a estos menores desde el inicio de la pandemia.
Como ha sucedido con el personal sanitario o los trabajadores en residencias de mayores, estos profesionales tampoco han tenido acceso a mascarillas, guantes o equipos de protección individual. Se han visto totalmente desprotegidos. Sin test de detección del virus y con algunos casos de contagios o síntomas entre los internos. Hasta el 28 de marzo el Ministerio de Sanidad no les envío recomendaciones a seguir para la protección de los menores, siendo de los últimos colectivos en ser informados.
“Nuestros profesionales no han podido confinarse en sus casas como el resto de la población. Y sus bajas suponen para los menores nuevas pérdidas en sus vidas, generándoles estados emocionales de ansiedad y estrés, que han dificultado el trabajo educativo y de apoyo emocional en los Hogares”, explica Miriam Poole Quintana, directora general de Asociación Nuevo Futuro.
La entidad atiende en la actualidad 942 menores, siendo la que más niños y niñas tiene bajo su supervisión en España. En cada uno de estos hogares viven nueve menores con edades, problemáticas y necesidades distintas.
Su directora insiste en que es clave “mantener las medidas preventivas para evitar la aparición o propagación del Covid-19”, pero que en estos “pequeños entornos residenciales” tanto el aislamiento como la minimización del contagio “son muy difíciles” de garantizarse.
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