Cae el desarrollo humano por primera vez desde 1990
Cada año el mundo progresaba un poco, con más niños en las escuelas, más esperanza de vida y mejores indicadores de salud. Quizá no lo suficiente ni lo rápido que se deseaba, pero se avanzaba. Hasta 2020. Este año, por primera vez desde 1990, se va a retroceder. Esta es la advertencia que lanza el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que elabora desde hace tres décadas el llamado Índice de Desarrollo Humano (IDH) y que para su edición de 2020 no obtiene datos esperanzadores.
«El mundo ha visto muchas crisis en 30 años, incluida la financiera de 2008. Todas han golpeado con fuerza al desarrollo humano pero, en general, a nivel global se ha conseguido avanzar cada año», ha explicado Achim Steiner, administrador del PNUD, en un encuentro virtual con periodistas. Pero la que vive ahora el planeta por el virus SARS-CoV-2 «es distinta», apunta Heriberto Tapia, investigador del organismo, en una conversación telefónica posterior. Lo es porque la pandemia de covid-19 impacta de lleno y de forma simultánea en todos los elementos de la existencia con los que se mide el desarrollo humano: la salud, la educación y los ingresos de las personas. Lo que no solo provocará que el mundo retroceda, sino que además lo hará de una forma «significativa, equivalente a las variaciones de seis años de progreso», concreta.
Los tres valores han experimentado retrocesos desde el comienzo de la crisis, tanto en los países pobres como en los ricos de todas las regiones. Si bien, las previsiones del PNUD apuntan que la caída será desigual. Los menos adelantados, que cuentan con menos recursos para gestionar los efectos sociales y económicos, sufrirán la peor parte. «Hay gente que puede trabajar y estudiar desde casa. Pero otra población no tiene esas oportunidades. La mitad del planeta no tiene acceso a Internet. Hay 3.000 millones de personas que ni siquiera puede lavarse las manos en su hogar«, reflexiona Tapia.
Los efectos sobre la salud son evidentes. Hasta la fecha, más de cinco millones de personas se han contagiado del nuevo coronavirus y más de 325.000 han fallecido por él. Además, las medidas de confinamiento y el desvío de fondos sanitarios a la atención de la covid-19, afectarán de forma negativa. «Este año, se calcula que se producirán entre 250.000 y 1,2 millones de muertes infantiles adicionales. Con el número menor, este 2020, la esperanza de vida no va a aumentar, como venía creciendo anualmente, sino que se va a mantener», detalla Tapia.
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