“En Europa, 1.000 llegadas son una crisis; en algunos países es el día a día”
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi (Milán, 63 años), aboga por poner en perspectiva las crisis migratorias en Europa, en particular la que afecta a las islas Canarias, que ha recibido a casi 25.000 personas en los últimos 13 meses. De visita en Madrid la semana pasada tras haber estado en Costa Rica y antes en Colombia, donde acompañó al presidente Iván Duque en su anuncio sobre la concesión de un estatuto de protección temporal a inmigrantes venezolanos en el país (un millón de ellos indocumentados), compara la magnitud de ambos fenómenos. En una entrevista con EL PAÍS realizada el sábado, después de sus encuentros con el rey Felipe VI, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y varios ministros, el máximo responsable de ACNUR —que en 2016 sucedió al frente del organismo al actual secretario general de la ONU, António Guterres— defiende el pacto sobre migración y asilo que se negocia en Bruselas, pero recela de la función futura de la agencia europea de Fronteras (Frontex). Sobre España, considera que “este Gobierno tiene más conciencia de su papel internacional”. “El liderazgo político en el Sahel, los esfuerzos que hace en América Latina, también para apoyar nuestro trabajo en Venezuela. Aliento a que continúe en esa dirección”, destaca.
Pregunta. ¿Cree que el Gobierno español está manejando bien la crisis en Canarias?
Respuesta. Mi organización afronta situaciones con millones de personas, por lo que siempre debemos poner las cosas en perspectiva. En Europa, 1.000 llegadas son una crisis; en algunos países, desgraciadamente, es el día a día. He estado en Colombia, donde ahora no se considera que sea un momento de grandes entradas desde Venezuela, y hay unas 1.000 diarias. La de Canarias [aclara que no ha viajado hasta allí] sí es una situación difícil porque carecía de las infraestructuras necesarias para hacer frente a este aumento muy pronunciado de las llegadas de migrantes y refugiados de África occidental. Y fue difícil al comienzo, pero según he entendido de las conversaciones mantenidas ayer [por el viernes, con las autoridades], está mejorando y varias organizaciones, incluidos nosotros, estamos ahora ayudando al Gobierno, que solicitó apoyo, en la recepción y la organización de campamentos. No son la mayoría, pero hay personas con necesidad de protección internacional que pueden, si lo quieren, entrar en el proceso de asilo. Estamos trabajando con el Gobierno en Canarias para organizar todo eso.
P. ¿Cómo se explica que de las 23.000 llegadas a Canarias el año pasado solo se registrasen en ese período 4.000 solicitudes de asilo en las islas [incluso teniendo en cuenta que en muchos casos el proceso es lento y pueden reflejarse más tarde]?
R. No conozco los detalles, pero lo que es importante destacar no es cuántos son solicitantes de asilo y cuántos no lo son. La preocupación que hemos compartido con el Gobierno es que del total de solicitantes de asilo, los que finalmente logran el estatus de refugiado en España son un porcentaje bajo. He alentado al Gobierno a hacer más por mejorar la calidad del proceso de asilo, porque creo que un mayor número de personas merece el derecho. Con un proceso de mayor calidad, y el Gobierno acepta trabajar juntos en este sentido, más personas recibirían el estatuto.
Leer la entrevista completa en El País.