Viaje al corazón de las tinieblas de la colonización
Exterminad a todos los salvajes, la serie de Raoul Peck que la plataforma HBO estrena este jueves, representa un viaje al corazón de las tinieblas de la colonización. La frase que da título a esta serie de cuatro capítulos, que es un documental y a la vez una película de ficción, está precisamente tomada del clásico de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas sobre la genocida conquista del Congo por el rey Leopoldo II de Bélgica. Otro personaje del gran escritor polaco expresa en un cuento, Una avanzadilla en el progreso, la misma idea de forma todavía más brutal: “Exterminad a todos los negros para que este país sea habitable”. Peck trata precisamente de dar la vuelta a la forma de narrar la historia de Occidente, poniendo en primer plano aquello que se ignora y que Conrad muestra en su obra: la implacable crueldad de la colonización y la esclavitud.
De origen haitiano y residente en Francia, el anterior filme de Raoul Peck, I am not your negro, tuvo un enorme impacto porque trataba sin ambages el racismo en Estados Unidos a través de la figura del escritor afroamericano James Baldwin. Se estrenó en 2017, cuando el movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan) se extendía por Estados Unidos, que acababa de nombrar presidente a Donald Trump, un racista indisimulado. Su nueva serie llega a HBO cuando Trump ya no está en la Casa Blanca, pero coincide con el juicio por la muerte de George Floyd, el hombre negro asfixiado por un agente durante su detención en mayo de 2020 en Minneapolis. El caso despertó protestas contra la brutalidad policial en todo el país.
La forma de tratar el pasado esclavista y colonial de Estados Unidos y Europa se mantiene como un tema complejo y politizado, como demuestran las primeras repercusiones que ha tenido la serie de Peck, con algunas críticas positivas y otras negativas, pero que indudablemente ha logrado remover conciencias. “Europa está todavía en fase de negación”, explica Peck (Puerto Príncipe, Haití, 67 años) en una entrevista por videoconferencia desde Francia. “No metería a todos los países europeos en el mismo saco, pero, cuando vemos la televisión o cuando leemos los periódicos, tengo la clara impresión de que una gran parte de Europa está en fase de negación”, añade. “Cuando nos permitimos criticar una parte de este pasado, se hace siempre con ciertos matices. Reconocemos que sí, que es verdad, que lo hicimos, pero nos vemos obligados a explicarlo. Y pensamos que eso no da derecho a hacer esto o a quemar los guetos. Así que no hay un verdadero análisis profundo de la colonización”.
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