Colombia, retrato de un país que se levanta
Para el pueblo liberación, para el pueblo lo que es del pueblo, para el pueblo se lo ganó”. Esta arenga, coreada por miles de personas, resonó el pasado miércoles en las calles de Bogotá durante una nueva jornada de paro nacional. Un cántico que, al caer la noche, se ve sofocado por el sonido de las aturdidoras lanzadas por la fuerza pública para disuadir a los manifestantes.
Las protestas contra el gobierno de Iván Duque han unido a amplios sectores de la sociedad: jóvenes estudiantes endeudados para poder acceder a la universidad; colectivos feministas que exigen el cese de la violencia contra las mujeres, que aumentó durante el confinamiento, con más de 630 casos de feminicidios durante 2020, según el Observatorio Independiente de Feminicidios Colombia; el sector médico que rechaza las privatizaciones y desigualdades que acarreará la inminente reforma de la sanidad.
La pandemia demostró que morir a causa de la COVID-19 en Colombia era cinco veces más probable para las clases bajas y, ahora, en plena tercera ola de coronavirus, cuando el país roza los tres millones de contagios y supera los 76.000 decesos, los manifestantes temen más a las políticas de los gobernantes que a la pandemia.
Estas son las imágenes del malestar social durante ocho días de protestas en todo el país latinoamericano, iniciadas el pasado 28 de abril para exigir al Gobierno conservador de Duque la eliminación del proyecto de Ley de Solidaridad Sostenible, una reforma fiscal impulsada por el exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, quien, una vez retirada del Congreso “para redactar un nuevo texto”, el pasado domingo, anunció su dimisión.
La reforma tributaria, que afectaría principalmente a la clase media y baja del país, activó unos reclamos históricos, tanto nacionales, sectoriales como locales. “La situación económica, social y de salud también se hizo presente en las manifestaciones. Si bien se inició con una reforma fiscal, la gente está pidiendo muchas más reformas sociales debido a esa acumulación de agravios, abandono, desplantes y violaciones de derechos humanos por parte de la Policía. De alguna manera también las personas están protestando contra el Gobierno”, explica Mauricio Albarracín, subdirector del centro de investigación colombiano DeJusticia.
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