Catherine L’Ecuyer: “Hay que desconfiar de los métodos educativos que venden un aprendizaje fácil y acelerado”
¿Cuál es el rol que deben tener los profesores en la educación de sus alumnos? ¿Y qué hay de la tecnología? ¿Cómo influyen las emociones y los sentimientos en el proceso del aprendizaje? Matías, un inquieto estudiante de Educación, y Casilda, una profesora universitaria de 65 años recién jubilada, se embarcan juntos en Conversaciones con mi maestra (Espasa, 2021), un entretenido diálogo entre las ganas de saber y la experiencia vivida que repasa las corrientes pedagógicas que nos han llevado hasta la educación actual, desmonta mitos largamente asumidos y contesta muchas de las preguntas que padres, educadores y políticos seguramente se hacen al lidiar con las sucesivas leyes educativas. Catherine L’Ecuyer, autora también de Educar en el asombro, es investigadora y doctora en Educación y Psicología.
Pregunta. ¿Qué (o quién) sobra en la educación de hoy en día?
Respuesta. Los gurús. Aquellos que usurpan el papel del divulgador científico, buscando la piedra filosofal por el camino más corto y escapando al examen de la ciencia. Los gurús son los que, bajo el mantel de la industria tecnológica, se erigen en vendedores de humo: didáctica populista, homeopatía educativa, neuromitos, tecnomitos… Son creadores de tendencias educativas, como si la educación fuese fruto de unas “modas”. ¡Como las tendencias primaverales de El Corte Inglés! Son sofistas y demagogos, capaces de demonizar la clase magistral a través de una ponencia magistral y de arrancar una ovación al público.
P. Un profesor que sigue basando su enseñanza en clases magistrales, ¿es hoy un mal docente?
R. La clase magistral no tiene sentido en la etapa infantil, porque los niños aprenden a través de las experiencias sensoriales y de las relaciones interpersonales, y aún no tienen desarrollada la capacidad de abstracción que les permite interiorizar una explicación larga. Otra forma adecuada en la etapa infantil sería la “demostración”, que por ejemplo se utiliza en el método Montessori. La instrucción directa, adaptada a cada edad, es clave.
P. ¿Por qué?
R. Porque el niño no nace sabiendo; el educador es clave. Los métodos de descubrimiento son importantes porque ayudan a interiorizar lo aprendido, pero siempre y cuando el niño tenga una base previa para poder poner en marcha una exploración mínimamente guiada. Incluso en la etapa infantil, el juego ha de ser semiestructurado, a través del diseño del ambiente y del material, para que exista un propósito inteligente en la actividad. De lo contrario, la educación se convertiría en el reino del azar. En el caos no se aprende.
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