La escuela pública y democrática ahora y para siempre
Cada centro educativo debe lidiar con las exigencias de un Estado que centraliza su quehacer en dinámicas estandarizadas, ya sea para el currículum educativo, las evaluaciones y la convivencia escolar. Siempre desde una línea jerárquica que transcurre desde arriba hacia abajo, desde la política educativa a las escuelas.
Los centros educativos se han visto enfrentados a muchas tomas de decisiones, donde la usabilidad de los datos ha sido un punto neurálgico para poder avanzar, dado que estos se trabajan muchas veces para rendir cuentas y homogeneizar la cultura escolar, pero pocas veces se tratan como evidencia para trabajar “con y en” la diferencia.
Por un lado, se ha privilegiado por el acceso a la escuela pública, como garantía educacional, pero los indicadores nos siguen hablando de fracaso y abandono escolar (algo que resulta inentendible después de varios procesos de modificaciones estructurales y de inversión de dinero). Y, por otro lado, tenemos escuelas que mejoran sus indicadores académicos sin generar mayor impacto social.
Entonces, la política educativa, que ha estado muy centrada en el rendimiento académico (siempre en los extremos), debe apostar por la inversión en el proceso integral de los estudiantes, para permitir el conocimiento personal y el desarrollo emocional de las niñas, niños y jóvenes. Y de esta manera, poder abrir paso a las áreas que siempre quedan relegadas a un segundo plano, como es el desarrollo artístico, ético, deportivo, entre otros, fomentando que cada centro educativo sea capaz de construir su propio camino, hacia un nuevo entendimiento de una escuela que amplía su margen escolar más allá de los salones de clases.
Si los medios de comunicación nos mostraran las buenas cosas que pasan en la educación, nos daríamos cuenta que siempre hay noticias alentadoras, especialmente de comunidades educativas que avanzan con sellos que marcan una línea de trabajo clara, poniendo al centro de su quehacer, “el diálogo”, como manifestación esencial con todos los miembros de un espacio de aprendizaje.
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