La mediación cultural en el ámbito educativo
1. DEFINICIÓN
La mediación cultural contribuye a potenciar los recursos, personales y sociales, de que dispone la comunidad educativa, para atender aquellas necesidades que puedan generar conflicto o malestar entre sus miembros, por causa de las diferencias culturales.
Para ello, el mediador cultural ha de ayudar a los diferentes sectores de la comunidad educativa a lograr un mayor conocimiento mutuo que facilite su participación para el logro de unos resultados educativos óptimos. Asimismo, ha de colaborar en la búsqueda del consenso en las normas que han de regir la convivencia pacífica en los centros docentes.
La mediación debe partir de la premisa de que el ciudadano es protagonista de su vida, como persona dotada de dignidad que merece respeto y consideración, y que es responsable y consciente de lo que hace y para qué lo hace.
Por tanto, el diálogo, el respeto, la empatía, la participación y el consenso son las claves de la mediación, que trata de lograr sus objetivos educativos a través de:
– La promoción de la legitimación, el reconocimiento y la autonomía de las personas para que se sientan apoyadas y acompañadas.
– La promoción de la empatía y el respeto, aún cuando no exista la aceptación.
– El diálogo entre las partes que necesitan comunicación.
– El trabajo de habilidades sociales que faciliten una comunicación ágil y fluida entre las diferentes culturas.