La creciente brecha entre los que estudian y los que no
La brecha entre los jóvenes que estudian y participan en la vida social y los que no lo hacen y están en riesgo de exclusión es cada vez mayor, algo que puede dañar el tejido social y el crecimiento económico en la Unión Europea (UE), según el Informe Europeo de la Juventud 2015, publicado a finales del mes pasado.
El estudio, que incluye tres documentos elaborados por la Comisión Europea, pasa revista a la situación de los jóvenes en la UE y a las políticas de juventud aplicadas en la UE desde 2013.
Entre otros datos, revela que 8,7 millones de jóvenes entre 15 y 29 años están desempleados, y que 13,7 millones son «ninis», es decir, carecen de empleo, estudios o formación.
Además, indica que cerca de 27 millones de jóvenes se encuentran en riesgo de pobreza o de exclusión.
Las tasas de pobreza son más altas para los jóvenes que para la población en general y el trabajo a tiempo parcial involuntario o los empleos temporales prolongados «exponen a esta generación a un riesgo de pobreza a largo plazo», señala el estudio.
«Cada vez es más profunda la brecha entre los jóvenes que estudian, confían en encontrar un trabajo y participan en la vida social, cívica y cultural, por un lado, y los que tienen pocas esperanzas de tener una vida satisfactoria y que están en riesgo de exclusión o marginalización», dice el informe.
Añade que «esta división amenaza con socavar el tejido social y el crecimiento económico sostenible a largo plazo».
Los jóvenes que empiezan la vida con menores oportunidades tienden a acumular desventajas, y los que proceden de la inmigración, los que tienen un nivel educativo bajo o los que sufren problemas de salud «tienen más posibilidades de convertirse en ninis».
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