Docente sirio refugiado cambia la vida de sus alumnos mediante un proyecto conjunto UNESCO-UE
Mahmoud, de 27 años de edad, trabaja en un proyecto conjunto de la UNESCO y la Unión Europea en el campo de Zaatari, en el norte de Jordania, que actualmente acoge a unos 80.000 refugiados que huyeron de la guerra civil en Siria. En el campo hay unos 30.000 niños en edad de cursar estudios, la mitad de los cuales está sin escolarizar.
El proyecto de educación informal de la UNESCO, financiado por la Unión Europea y ejecutado en colaboración con la organización War Child UK, trata de proporcionar un futuro mejor a los niños vulnerables de Zaatari, mediante servicios educativos y de apoyo psicosocial. El proyecto también dota a padres y tutores de las herramientas y estrategias para apoyar la educación de los niños y su bienestar en general.
Mahmoud afirmó: “Cuando llegué aquí por primera vez, creí que nuestra estancia sería provisional y que pronto estaríamos de vuelta en casa. Cuando ese plazo se alargó… reuní a los niños del vecindario y empecé a dar clases. Pensé que tenía que ayudar a los niños, porque no estaban recibiendo enseñanza en ninguna otra parte. Quería impartir clases y, más aún, influir en la vida de los niños. Mis amigos me hablaron de una organización que se ocupaba de los niños en Zaatari y que atendía sobre todo a su bienestar psicosocial y su educación. Les pregunté, “¿dónde hay que firmar?”.
Ahora, Mahmoud tiene la impresión de que no solo ha contribuido a mejorar la vida de los niños, sino que también ha mejorado su propia vida.
“Cuando empecé esta tarea era introvertido y tímido, pero el trabajo con los niños víctimas de la guerra me ha cambiado en el plano personal. Antes, me resultaba difícil tratar con gente nueva, pero muy pronto el ambiente de amistad y camaradería del personal me hizo sentir cómodo. Las sesiones que les damos a los niños me han ayudado incluso a mejorar mis propias debilidades y a definir mis puntos fuertes. A veces tenemos debilidades y puntos fuertes de los que no nos damos cuenta; nuestros programas de apoyo psicosocial me han ayudado a cobrar conciencia de ellos”.
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