El debate sobre el velo islámico llega a las aulas vascas
El debate sobre el uso del velo islámico ha llegado al sistema educativo vasco, que no cuenta con un protocolo de actuación generalizado para todos los centros, sino que deja en manos de los colegios la potestad de prohibir que las alumnas musulmanas accedan a clase con esa prenda.
Este dilema en la educación vasca se había resuelto hasta ahora en el seno de las escuelas, sin necesidad de que interviniera la inspección educativa.
El clima de acuerdo se ha roto en un centro público de Vitoria, en el que los padres de una niña que cursa cuarto de Primaria (9-10 años) se niegan a que su hija se quite el velo para entrar a su aula.
El reglamento de este colegio impide que sus alumnos vayan a clase con la cabeza cubierta con cualquier tipo de prenda y su dirección se remite a esta normativa interna para pedir a esta familia que su hija se quite el velo en clase.
Los intentos de acercar posturas no han dado sus frutos y, con la intervención de la inspección educativa, se ha adoptado una medida transitoria que consiste en que la niña no puede entrar en el aula con velo, pero sí a las estancias de la dirección, a las que se desplazan los profesores a impartirle las materias que sus compañeros reciben en su clase.
Esta decisión cuenta con el apoyo de la Asociación de Padres y Madres (AMPA) de este centro que «respalda al cien por cien la postura de la dirección» de que se cumpla el reglamento interno.
El Departamento vasco de Educación ha confirmado a Efe que ésta es la primera vez que ha tenido que intervenir la inspección educativa en un conflicto de estas características y se remite a lo que recoja el reglamento interno de cada centro.
No obstante, ésta no es la vía por la que expertos en esta materia apuestan en el «Informe sobre gestión positiva de la diversidad religiosa en el País Vasco», encargado por el propio Ejecutivo autonómico, en el que se recomienda a Educación que envíe a los centros una circular para «no impedir la escolarización de alumnas» con velo.
Leer el artículo completo en Diario de Navarra.