El colegio de Zaragoza que no tiene deberes ni exámenes
Los niños del colegio público Vadorrey de Zaragoza, cuando terminan las clases, no salen con la mochila llena de deberes y fichas. Las Cortes de Aragón acaban de aprobar por unanimidad limitar los deberes. En este colegio hace varios años que aplican metodologías educativas diferentes: no tienen deberes y, desde este curso, tampoco exámenes.
«Apostamos desde el principio del colegio porque no hubiera deberes y lo incluimos en nuestro proyecto educativo. Los niños no solo aprenden sentados en una silla. Los niños aprenden de lo que observan, lo que experimentan. Hay que dejarles tiempo para jugar, para explorar, para desarrollar su creatividad, para hacer otras actividades diferentes al colegio y disfrutar del tiempo con la familia», afirman Ester Mayayo y Laura Romero, directora y jefa de estudios respectivamente.
El claustro de profesores está muy unido y apoya la línea del equipo directivo. «No tenemos una postura radical. Les damos libertad a los docentes para que manden alguna tarea puntualmente y de manera individualizada si lo consideran necesario. Estas tareas deben seguir tres premisas: que se coordinen entre ellos para no mandarlas a la vez, que no sean para el día siguiente y que se trate de tareas competenciales», apunta la directora.
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