Pajares lleva a la novela negra la tragedia de los inmigrantes y refugiados
Tres historias de refugiados basadas en hechos reales han servido de base a Miguel Pajares para denunciar en su última novela, Aguas de venganza, el «abuso policial» que a su juicio se produce a uno y otro lado de la frontera hispano-marroquí, un relato estremecedor de «la violencia contra los refugiados.
Esta es la tercera novela de Miguel Pajares. Con la primera, Cautivas, ya logró ser finalista en la 68ª edición al Premio Nadal y premio a la mejor primera novela de género negro en la Semana Negra de Gijón de 2014.
Tras abordar el tema de la trata de mujeres en su primera obra y las cloacas de la ultraderecha en su segunda novela, La luz del estallido, Pajares completa ahora una trilogía del género negro con Aguas de venganza (Ed. Alrevés), un relato estremecedor sobre el tema que más conoce y en el que lleva 25 años trabajando, la inmigración y los refugiados.
Miguel Pajares, doctor en Antropología Social por la Universidad de Barcelona, es actualmente presidente de la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado, y anteriormente trabajó en SOS Racismo y en el Centro de Información para Trabajadores Extranjeros (CITE).
Es un gran conocedor de las migraciones y de las dificultades de los refugiados. En esta novela utiliza tres historiales reales, las de Aminata Awa Diallo (Costa de Marfil), Lamine Diop (Senegal) y Taye Okeke (Nigeria) para reconstruir un cruel asesinato de un padre y su hijo marroquíes en Barcelona, una investigación que supone todo un reto para el cada vez más veterano inspector de homicidios Samuel Moncada, que le obliga a indagar los vericuetos de la seguridad en la frontera con Marruecos.
Para Pajares, «la frontera es territorio criminal o el límite del Estado de Derecho» -«jamás ha llegado a juicio un crimen en el control de fronteras», señala-, y es allí, sobre el terreno, donde se documentó para poder tener todos los mimbres de este apasionante relato.
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