18 de diciembre, Día Internacional del Migrante
A lo largo de la historia de la humanidad, la migración ha sido una expresión valiente de la determinación individual de superar la adversidad y buscar una vida mejor. En la actualidad la globalización, junto con los avances en las comunicaciones y el transporte, han incrementado en gran medida el número de personas que tienen el deseo y la capacidad de mudarse a otros lugares.
Esta nueva era ha creado retos y oportunidades para sociedades en todo el mundo. También ha servido para subrayar el vínculo que hay entre migración y desarrollo, así como las oportunidades que ofrece para el co-desarrollo, es decir, para la mejora concertada de las condiciones económicas y sociales tanto en el lugar de origen como de destino.
La migración atrae en la actualidad cada vez más atención. Mezclados con factores de incertidumbre, urgencia y complejidad, los retos y dificultades de la migración internacional requieren una cooperación fortalecida y una acción colectiva. Las Naciones Unidas están jugando de forma activa un rol catalizador en este área, para crear más diálogos e interacciones entre países y regiones, asi como para impulsar el intercambio de experiencias y las oportunidades de colaboración.
El 19 de septiembre de 2016, la Asamblea General aprobó un conjunto de medidas durante la primera cumbre en la historia sobre los desplazamientos de migrantes y refugiados. Estas obligaciones contraídas por los Estados Miembros se conocen bajo el nombre de la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes (o simplemente la Declaración de Nueva York). En ella se reafirma la importancia de la protección internacional de estas personas y se subraya la obligación de los Estados de mejorarla. Este documento allana el camino para la aprobación de dos nuevos acuerdos mundiales en 2018: uno sobre refugiados y otro sobre la migración organizada, regular y en condiciones de seguridad.
Fuente: Naciones Unidas.